El tema ya está en discusión desde hace 5 años, cuando se armó tremendo revuelo al revelarse que la Coca-Cola Zero contiene en muchos lugares que la producen y comercializan un edulcorante altamente cancerígeno, el Ciclamato de sodio E-952. Este químico, no se puede utilizar en ningún producto alimenticio en Estados Unidos por Ley desde el año 1969, pero en algunos países, como México, se seguía implementando en refrescos como la Coca-Cola.
En Venezuela se prohibió la Coca-Cola Zero en el año 2007 por incluir en su fórmula este edulcorante perjudicial para la salud de las personas.
El ciclamato de sodio es uno de los edulcorantes más potentes y baratos utilizados en la fabricación de productos bajos en calorías o sin azúcar, como zumos, refrescos, bollería industrial, chucherías, endulzantes líquidos… En experimentos con animales provocó tumores en ovarios, riñones, piel y útero. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en humanos puede tener potencialidades cancerígenas y efectos mutágenos, por lo que se desaconseja su consumo especialmente a niños y mujeres embarazadas. El organismo establece que 11 miligramos de E-952 por kilogramo de peso corporal sería la ingesta diaria máxima. ¡Increíble que se siga utilizando en tantos productos todavía!
Y ¡Ojo! Como nota al margen les comentamos a los que no saben que este endulzante no es el único cuestionado. La Sacarina E-954, prohibida en Francia y Canadá, provoca cáncer de vejiga en ratas, y puede producir cáncer en los hijos y nietos de quien la toma. El Aspartano E-951, por su parte, en el organismo se transforma en fenilalanina, ácido aspártico y metanol. Es altamente tóxico, acusado de provocar convulsiones, estados de coma, tumores cerebrales y ceguera.
Ahora el problema con la Coca-Cola viene por otro de sus ingredientes. Esta vez se trata de un colorante. El que le da a la bebida el tono “caramelo” tan característico, el químico 4-methylimidazole o 4-MI, causante de cáncer en animales. Por supuesto, el componente ha sido prohibido en los Estados Unidos, pero se sigue utilizando en muchos de los países donde se comercializa el famoso refresco.
Según declaraciones de la firma Coca-Cola y de su competencia PepsiCo Inc., se pidió a los proveedores del colorante en cuestión, que modificaran su fórmula para que el uso del mismo no sea nocivo para la salud humana.
Al parecer, la máxima de consumo diario de este componente, es de 30 microgramos diarios. (Esto sin pensar en lo que se acumula en el organismo) Es alarmante la cantidad que se ha encontrado en muestras tomadas en distintos lugares: En Brasil había 267 microgramos por botella, en Kenia 177 microgramos. ¡Elevadísimo!
En publicaciones de la FDA se menciona que a pesar de que se están considerando la petición de un grupo de control para prohibir el proceso que crea los altos niveles de 4-MI, dice también, que para tranquilizar a los consumidores, no hay razón para creer que existe un peligro inmediato o a corto plazo para los mismos. Ahora bien, el problema no es si es a largo o corto plazo, el tema es que ¡sí ocasiona daños en el cuerpo!
Hace poco tiempo circulaba en las redes, un artículo escrito por el Dr. Carlos Alexandre Fett Profesor de la Universidad Federal de Mato Grosso, Brasil, que hablaba de los efectos negativos que causa este refresco al ingerir una lata del mismo. Les compartimos lo que dice e interesante reporte por si todavía no lo han leído:
En los primeros 10 minutos: 10 cucharadas de azúcar entran a su sistema. Usted no vomita inmediatamente del dulce tan exagerado porque el ácido fosfórico corta el sabor, permitiéndole a usted soportarlo.
A los 20 minutos: El nivel de azúcar en su sangre aumenta rápidamente, causando una explosión de insulina. Su hígado responde a esto convirtiendo cualquier cantidad de azúcar que pueda atrapar en grasa. (Y hay mucha azúcar en estos momentos)
A los 40 minutos: la absorción de la cafeína esta completa. Sus pupilas se dilatan; la presión de su sangre sube; como respuesta, su hígado suelta mas azúcar en su torrente sanguíneo. Los receptores de adenosina en su cerebro ahora están bloqueados y esto previene que a usted le dé sueño.
A los 45 minutos: Su cuerpo aumenta la producción de dopamina, estimulando los centros de placer en su cerebro. Esto es físicamente, la misma forma en que la heroína trabaja, a propósito.
A los 60 minutos: El acido fosfórico amarra el calcio, magnesio, y zinc a su intestino, causando una aceleración extra a su metabolismo. Este está compuesto por altas dosis de azúcar y endulzantes artificiales lo cual incrementa la excreción urinaria del calcio.
Las propiedades diuréticas de la cafeína entran a trabajar (Le hace dar ganas de ir al baño) Ahora es seguro que usted evacuara el calcio, magnesio y zinc que estaba dirigido hacia sus huesos, así mismo como los electrolitos, sodio y agua.
A los 60 minutos: Mientras la fiesta dentro del cuerpo muere poco a poco, y se comienza a tener un bajón de azúcar. Los consumidores se pueden volver irritables, lentos o perezosos.
También ya ha, literalmente, orinado toda el agua que estaba en la Coca Cola. Pero no sin antes agregarle nutrientes valiosos que su cuerpo pudiera haber usado para cosas tan importantes como hidratar su sistema, o construir huesos y dientes fuertes.
Para tener una visión todavía más clara de lo que produce un refresco de cola dentro de tu cuerpo, miren este video en el que se experimenta haciendo hervir un litro de Coca. El resultado es algo parecido a petróleo, gomoso y negro. ¡Eso nos queda pegado en las paredes de nuestro intestino!
Cabe decir que los colorantes, estabilizantes, conservantes, endulzantes y toda la cantidad de químicos que se le adicionan a los productos que compramos hechos, son de tener mucho cuidado. Lo aconsejable es reducir lo más que se pueda su consumo, ya que está probado que los efectos que producen en nuestro cuerpo no son nada buenos. A corto o largo plazo, éstos nos van contaminando y enfermando de a poco. Entonces ¿por qué seguir eligiéndolos?