Marea Roja-Ópera contemporánea (por Clarisse Monde)
Siempre se dice que la ópera es la más completa de las manifestaciones artísticas, y se debe a que involucra a diferentes artistas para poder presentarse. Sin embargo en nuestro entorno contemporáneo, donde las inte, trans y multidisciplinas se coronan como los ejes creadores de diferentes espectáculos escénicos, la ópera ha sido colocada en un nicho de nostalgia en el que se idealiza su expresión y se ha dejado de recurrir a nuevas creaciones para simplemente repetir los montajes de hace siglos, a modo de museos en vivo.Personalmente me confieso una amante de la ópera, me fascinan los textos simples vueltos complejos gracias a la música, y es sin duda una de las experiencias más enriquecedoras tanto para quienes estamos detrás del escenario como para quienes se colocan en las butacas.
Cuando comencé mis estudios como escenógrafa y leía los libretos de ópera me moría de risa al darme cuenta que las frases más primarias cobraban dimensiones épicas sólo por la música y la conjunción de todos los elementos que requiere cualquier montaje de ópera. Pueden pasar 3 minutos dónde sólo dice la soprano “Te amo” una y otra vez, y al escuchar el aria juraríamos que nos está diciendo las más bellas frases o las más dolorosas, simplemente por usar su instrumento que es la voz humana.
A cualquier melómano le debe fascinar en todo momento la impresionante herramienta que es la voz, y yo que simplemente amo la música y disfruto de vestirla desde mi trinchera del diseño escénico también lo reconozco y nunca deja de sorprenderme.
Es así que me he decidido a escribir sobre “Marea Roja”, una ópera contemporánea que además de haber resultado en un montaje excelente, no sólo se trata de la máxima expresión de las artes, sino que también logra lo que a mi juicio es importante para todo artista: habla de nuestro tiempo, de nuestro presente y de aquello que nos importa, al menos a aquellos que fuimos parte de este proyecto.
Esta ópera fue escrita por Alejandro Román y la compuso Diana Syrse, quien amablemente atendió mi entrevista para esta nota. Fue interpretada por el sexteto vocal Tuumben Paax bajo la dirección musical de Jorge Cózatl y escénica de Oscar Tapia.
Es un homenaje a las víctimas de la violencia de género, que es cada vez más alarmante en nuestro país, y trata tres casos aislados de mujeres en diferentes estados, todos colindantes al mar por una decisión poética del escritor. Nadia Vera (Veracruz), Blanca Montiel (Guerrero) y Kassandra Bravo (Michoacán); todas ellas como una muestra de la situación gravísima de miles de mujeres en todo el territorio nacional.
Me parece importante y trascendental que los artistas lleven a cabo proyectos que permiten expresar las preocupaciones humanas y transmitir sentimientos que llevan a la reflexión en la sociedad. A través de la historia los grandes músicos abordaron sus creaciones desde su momento histórico, y poco hay sobre nuestro tiempo, ya que nos hemos deleitado en repetir las obras maestras de otras épocas.
Para Diana Syrse el resultado fue fantástico, pues señala, se combinaron distintas personalidades muy únicas para crear esto donde todos de alguna forma somos víctimas de lo que actualmente está pasando. Y también le gustó que el texto lo haya escrito un hombre, pues su perspectiva y valentía por luchar a favor de las mujeres le dió un toque diferente a la obra que tiende más al feminismo. Fue el texto lo que más la influenció para componer la música que le tomó un tiempo récord de 8 meses lograr.
La música de marea roja es en propias palabras de la autora “ecléctica” y de un estilo indescriptible.En entrevista con el canal 22 el director de orquesta nota que hay mucha influencia de la traición musical mexicana en esta pieza. Se trata de música contemporánea que logra atrapar a quien la escucha en una travesía emocional que conmueve al grado del llanto. Un tanto por la expresión en sí y otro tanto por la cercanía histórica y geográfica de los casos que trata esta ópera.
Pienso que se complica llevar al territorio de la ficción un tema de la realidad y del presente, pero considero que en el caso de “Marea Roja” se logró con gran maestría transmitir las ideas, los sentimientos, y ante todo guardar respeto. Nunca será lo mismo hablar de acontecimientos de décadas atrás que de aquellos en los que las familias de los que perecieron siguen en vida y podría presenciar el acontecer escénico.
Por muy loable que sea un tema, no debemos olvidar la sensibilidad. Es por esto quizás que la compositora se basó en su intuición y emociones a la hora de componer Marea Roja.
La música es una herramienta en todas las sociedades, se emplea para transmitir historias, acompañar rituales o ser el ritual en sí mismo. Expresar momentos importantes, divertir, conmover; y siempre será una expresión humana universal a la que todos somos sensibles. Es por ello que me pareció una revelación ver a un grupo de mujeres cantantes emprender la tarea de crear una obra inédita en nuestro país, que no sólo es un producto artístico de gran calidad, sino que imprime un compromiso social profundo y honesto.
“Es una satisfacción muy grande también el ser parte de la creación de una ópera que es en realidad una creación colectiva, pues me parece que en una producción así, cada detalle es importante, y todos nos influenciamos el uno al otro (escena, dirección, vestuario, interpretación etc.) y me parece fascinante pensar que uno es parte de algo que es más grande que uno mismo.”
La ópera se compuso para 6 cantantes, violín, viola, cello, flauta, oboe, clarinete en Bb, saxofón, percusión (batería, chimes, Tank Drum, vibráfono y temple blocks). También hay partes electrónicas que acompañan algunas escenas. Incluso reconoce la compositora que en algunos momentos la música se vuelve otro personaje que dialoga con las intérpretes. “El estilo musical de esta ópera es muy mío, un poco eclético, siempre me gusta experimentar con cosas diferentes en mis composiciones. No me gusta quedarme en mi zona de confort, y creo que es difícil categorizar o etiquetar mi música en un estilo, pues siempre trato de redescubrirme a mi misma y de hacer cosas diferentes.”
Aún cuando en las piezas clásicas hay textos bellísimos y no todos son aquellos simples y primarios que me hacían reír 10 años atrás, “Marea Roja” es un poema de letras y notas musicales que me hace pensar que el arte tiene un sentido más allá de la belleza, que siempre logrará conmover el alma humana y nos ayuda a reconocer que somos todos parte de un mundo en el que compartimos una identidad emocional. Eso, gracias a la música podemos experimentarlo todos, siempre (por Clarisse Monde)