Amor en la Isla-Playa Crocante (por Amadeo Laguens – name your price)

Amor en la Isla genera lo mismo que los cuatro amigos de la serie Stranger Things, una rememoración a lo mejor que tiene la amistad: juntarse y pasarla bien. Estos últimos lo hacen enfrentando situaciones realmente bizarras; Sol Marianela, Lucas Mariño  y Nacho Flores de Amor en la Isla lo representan con su música. Pero no sólo eso, sino que a lo largo del disco también nos hacen reflexionar, al ritmo de flashes de guitarra y punteos dulces y veloces, sobre otros momentos de esas relaciones que solemos establecer entre uno mismo y el otro. Es así que la amistad es un eje importante en su disco, llamado “Playa Crocante”, sin dejar de lado infinitas sensaciones que surgen gracias a estas relaciones.
Los sonidos de “Playa Crocante” suenan potentes, con una frescura en el uso de recursos que les permite hacer algunos cruces en el momento justo, con letras simples como las de “Pasándola mal”, sumadas a melodías pegadizas como las del  octavo tema del disco, titulado “Futuro”, y distorsiones contundentes como las que suenan en “La misión” y “Muerte paraíso”, que nos hacen sentir muchas veces que nos encontramos frente a una banda al estilo Green Day en su disco “Kerplunk”, a un Millencollin ralentizado o, cómo no, a los Pixies.
El comienzo con el “El mar, las estrellas” lo podríamos escuchar mientras hacemos surf, pero como no debe ser fácil escuchar música y surfear, y de todos modos no practicamos ese deporte, por suerte sigue “Los pájaros”, que nos baja a tierra de un honderazo (“me recuerdan que hay un mundo allá afuera /… aunque yo esté mal ellos no”). Por otro lado “Chica del mar”, tira una letra y unos coros pop que nos obligan a desprejuiciarnos: el pop y el punk pueden llevarse bastante bien, para noticias de muchos. Basta con continuar el disco y llegar a la pastilla de adrenalina que se nos aparece con “Dientes” y la ya nombrada “Pasándola mal”.
Por último, si bien el sexto tema “Buenos amigos” no es el final, es uno de los momentos más acabados del disco. Conjuga la nostalgia de una letra profunda y sincera  (“Éramos tan amigos / tan buenos amigos / ¿qué nos pasó?”… “Cómo iba a saber que nada nunca termina bien”), y unos punteos suaves y  melancólicos que de seguro nos pega a todos en alguna parte de nuestro ser.
Luego de escuchar este disco, podemos ver que ese play nos hizo pasear por varias sensaciones y recuerdos de etapas como la niñez en la playa, ocupada de pasarla bien, la adolescencia arriba de una skate, ocupada de estar con amigos, y la adultez… ocupada de no olvidar a aquellas dos.
Al igual que la serie Stranger Things, Amor en la Isla sabe cómo cristalizar momentos de la vida con la música adecuada.
Adelante, que un poquito de punk no viene mal a nadie de vez en cuando. Pasen, escuchen, aprieten los dientes y lloren con “Playa Crocante” de Amor en la Isla (por Amadeo Laguens)

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