Va-Resonancias Atmosféricas II (por Andrés Oddone – Sonido Atmosférico Ediciones – name your price)

De lo más extremo a la calma introspectiva, de la banda sonora de la locura a el cientificismo sonoro, la nueva compilación de Sonido Atmosférico Ediciones hace que nuestra mente se inunde de ideas y sonidos.

Hoy, la experimentación en la música es más necesaria que nunca. En este momento en que hasta lo que ocurre dentro del undergroud de alguna manera aspira a funcionar comercialmente, y que por eso mismo se alinea a reglas que poco tienen que ver con la búsqueda de lo nuevo, lo que no existe, los artistas que juegan con notas y sonidos sin la cárcel de la pretensión se festejan de sobremanera.
El sello Sonido Atmosférico Ediciones, de Córdoba, Argentina, es de esos que funcionan como el campo de acción ideal para un buen número de artistas inclasificables, dando espacio a eso que muy pocos promueven, aspirando simplemente a que de la libertad y la fuerza impuesta a paso de hormiga nazca la innovación, y que eso llegue al mayor número posible de escuchas.
Todo esto se vuelve claro dando play a sus compilaciones, que se mueven por medio de los estilos como si las barreras no existieran, otra cosa que se festeja muchísimo. Que buena noticia un disco en el que en cada momento uno no sabe con qué se puede encontrar.
El recorrido de “Resonancias Atmosféricas II” comienza con una pieza de Bloque del Sur + Juan José Calarco titulada “sAT”, que se sumerge directo en el ruidismo synth, dando la pauta clara de que lo que sigue no dará concesiones. En medio de una intervención que resulta como de transmisión extraterrestre aparece una voz femenina claramente radial, y la imagen pasa a ser la de una vieja radio de onda corta mal sintonizada, o al revés, que busca el eco de algún país lejano en medio de las frecuencias residuales del Big Bang.
El manejo delicado del rudio synth / digital / drone será una constante en toda la compilación, de a momentos flotando en la calma del ambient, como escucharán en “Positrón” de 2SZ; en otros caminando en mundos post apocalípticos, como los que proponen “Opus I” de Dyb, “Frontera” de Julian Gomez y “Troglodita” de Autito el Niño Autista. En medio de eso, encontrarán del blanco al negro todos los matices posibles.
Lo rítmico también funciona en el todo, como podrán percibir en el track “Dany chaca” de Cabo Pozo, que tiene que ver con el neo IDM de artistas como Arca o Woulg, pero con un nivel de juego que bien podría ser de los Autechre. También ocurre parecido en “Aniquilación gourmet”, track con el que Indr0 se alinea en esa secuencialidad gélida de artistas de la movida minimal / clicks and cuts, tipo Pan Sonic (¡Mika Vainio por siempre en nuestro recuerdo!) o Cyclo.
También el disco tiene sus momentos “clásicos”, por así decirles, pero en su lado más libre, el de la música improvisada, en las piezas “Kurundu. ipuva Ta’uvõ II” de Zigo Rayopineal & Camila Dos Santos, y “Bagatela 01” de LEIM Ensamble.
Lejos quedaron esos tiempos en los que sellos como Mego o Raster-Noton eran ventanas de exposición de artistas que luego paseaban por diversos festivales de música experimental en todos los rincones del mundo. Hoy solo resaltan y consiguen las oportunidades los que ya en ese tiempo eran los reconocidos, con la suma de un par más. Los tiempos han cambiado, pero en ese mar de imposibilidad se hace todavía más necesario este tipo de artistas y este tipo de discos que no juegan a “lo que debe ser”, sino que dejan que la bomba explote para luego analizar los restos con alegría.
Es complejo e imposible plantear esa pregunta “y hoy que es el arte”, pero si de algo estamos seguros, es que el arte debe estar contento de que cosas así sigan existiendo, y que consigan romper nuevas barreras (por Andrés Oddone)

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