Oddlogic-Darling (por Alejandro Duro – name your price)

Este certero exponente de lo inclasificable regresa con un disco que va un paso más allá, recopilando piezas de diverso registro, unidas en un solo corazón.

A diario solemos caer en el mal hábito de la clasificación. Nos preguntan, que estilo es tal o cual artista, y respondemos con alguna clasificación: “aquel hace techno”, “es medio housero”, “es el padre del proto-downstep-andino”. Esta mala costumbre termina borrando la particularidad, ya que entiende que la expresión de una persona puede ser resumida y ordenada de acuerdo a alguna de estas clasificaciones, a las que en la música, así como la literatura, el cine y otras formas de expresión, solemos llamar género. Esto no quiere decir que para describir no sean útiles las palabras, pero si es importante estar atentos a no reducir o minimizar una expresión individual en un término que la englobe y generalice. Partiendo de esto, siempre me llamaron la atención los artistas que no solo expresan una expresión particular y distinta al resto, sino que además hacen el esfuerzo por complicarnos aun mas esta clasificación.
Creo que Oddlogic es uno de esos casos, talentoso productor musical al que empecé a escuchar hace algunos años atrás atraído por la infinidad de registros y sentidos que maneja, yendo y viniendo de uno a otro, mezclándolos en paralelo o por separado, forzando una identidad no solo especial, sino que también siempre tendiente a la diferenciación, escapando a cualquier intento musicológico o de mercado de insertar su música en un concepto genérico. Por momentos hace hip-hop, por otros ambient, se pasea por un 4×4 de pista de baile, nos empapa de glitch e idm, se disuelve en post dubstep, soul, sampleadelia; todo eso junto y separado a la vez. Si yo nombro todos esos géneros al mismo tiempo, se vuelve un poco estéril mi explicación o mi intento de clasificación. Y ante dicha poligamia de estilos y recursos, lo único que puedo decir es: escuchen a este artista, porque entre sus detalles más hermosos, destaca que es inclasificable.
Dicho esto, vamos al álbum en cuestión. En esta oportunidad Oddlogic nos regala una serie de piezas que habían quedado dormidas en su ordenador, tracks compuestos en años previos pero que no encontraron lugar en los discos del músico. Es así que en “Darling” encontramos 14 temas compuestos entre los años 2010 y 2012 y que hoy, vaya uno a saber porque, se hicieron audibles para todos. El disco, como mencione anteriormente, recorre múltiples estilos, matices, y diversidades que vuelven inútil una descripción clásica. Prefiero en este caso tratar de transmitir ciertas sensaciones que me genero su escucha. Es música de una película alegre pero nostálgica que nunca fue filmada, sonidos que nos trasladan a situaciones y recuerdos que no tuvimos pero que aun así los sentimos, sensación de felicidad y empatía en mezcla con cierto anhelo por algo que no tenemos muy en claro de que es. Música para enamorar y también para extrañar al ser amado. Melancolía sin tristeza. Esa extraña sensación de dejar algo atrás y caminar hacia adelante pensando que todo lo bueno está por venir. Un disco que registra estados anímicos diversos, que perfora a niveles sensitivos que alguna vez habitamos, y que escapa a cualquier representación escrita desde la técnica y la enciclopedia del todo catalogar (por Alejandro Duro)

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