No Boy-Bootlegs #5 (por Cristóbal Tobar – name your price)

Con mirada novedosa varios hits actuales y del pasado del reggaetón y el pop latino son revalorizados, en una mutación que se proyecta hacia el futuro.

Al escuchar la última entrega de No Boy, se nos viene a la mente la imagen de un arqueólogo futurista, un investigador y creador que reconstruye la historia con elementos del pasado, el presente y el futuro.
En la primera escucha, nos llama la atención que la música contenida en esta producción titulada “Bootlegs #5” tiene aires de marcada oscuridad, que es un tanto sombría y down, y que se distancia del espíritu y estilo original de los temas que remezcla. Esta estética sombría se materializa a través de diferentes elementos sonoros que se tejen a algunos hits contemporáneos y a otros que ya son clásicos del reggaetón; concretamente, de la primera época en que este ritmo alcanzó popularidad, traspasó las fronteras de Puerto Rico y llegó a casi toda Latino América y a los latinos de USA.
Es así como en este disco podemos a escuchar a Don Omar filtrado por una óptica drum & bass en una mezcla explosiva, densa y contundente que, con espíritu de pista de baile, logra separarse naturalmente de la versión original, sin perder su intensidad y dancing power, al tiempo que nos sorprende.
Con un aire semejante se desenvuelve “Zoom” (Latín Fresh), una pieza oscura y frenética que no te da respiro, y que con toques industriales y minimalistas transcurre rápida e intensa.
En “Bootlegs #5” hay mucho dembow (perreo asegurado), pero este se nos muestra lejos del reggaetón mainstream, encontrándose más bien en el camino de la búsqueda y la experimentación, pero sin abandonar su beat rítmico y bailable. Así es como Maluma, el Pretty Boy, aparece con una versión de su hit “11 Pm” con una sonoridad mucho más dura, alejada de los clichés comerciales, proponiendo de igual manera un ritmo contagioso y pegadizo.
“Perdóname” de La Factoría renace en un cruce entre la electrónica de los noventa, la más discotequera y comercial, mezclada con elementos dancehall repetitivos y sombríos que evocan trance y baile.
Los sonidos oscuros y los ambientes minimales barnizan la mayoría de los tracks del disco, siendo estos los elemento estéticos que logran congregar todo un grupo dispar de canciones (tanto por sus fechas de lanzamiento como sus estéticas originales) en una sola sensibilidad sonora, dándoles unidad y sentido.
No Boy se muestra en “Bootlegs #5” como un hábil productor, versátil y sin complejos. Bebiendo de diferentes aguas nos presenta su propia visión del popularmente conocido como género urbano, valorando el pasado, viviendo el presente y adelantándonos al futuro, sin miedo al reciclaje, a la mezcla de estilos, al mashup y a la búsqueda sin prejuicios ni límites. Es fiel reflejo del mundo actual y su vorágine multimedia (por Cristóbal Tobar)

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