Marketing con códigos QR formados por la luz de sol (por Manuel Cosío y Pulpo Caivano)
Cada vez es más cotidiano encontrarnos con los códigos QR en todas partes, principalmente cuando se trata publicidad que intenta atraer a sus clientes con factores como las nuevas tecnologías.
Sin embargo, aún hoy difícilmente encontraremos un caso de éxito utilizando los QR como el que ocurrió en una tienda coreana llamada Emart (una especie de Wall-Mart). Los encargados de la tienda se percataron que a medio día entre las 12 y la 13 horas las ventas disminuían, debido principalmente a que es la hora del almuerzo. ¿Cómo solucionar esto? La ingeniosa respuesta fue la mezcla de utilizar los códigos QR y la sombra generada del Sol.
A partir de esto fueron repartidas por la Ciudad esculturas con relieve que expuestas a la luz del Sol del medio día generan con su sombra códigos QR, éstos pueden ser escaneados con un smartphone, mostrándole a los usuarios ofertas de la tienda y ofreciendo cupones de descuento, además las compras realizadas por este medio, son entregadas a domicilio.
El resultado de toda esta idea fue un rotundo éxito, ya que las ventas subieron un 25% en el horario del almuerzo. Y el número de clientes y socios de la tienda aumento en un 58% tan sólo en el mes de febrero.
Después de todo, este es el resultado de mezclar tecnología y mercadotecnia. Pero también se podría decir que hasta las placas del QR code son casi artísticas y por momentos nos recuerdan al juego de sombras de los artistas Tim Noble y Sue Webster, por lo que no nos queda más que reconocer el ingenio de la campaña y compartirles el vídeo.
Cada vez es más cotidiano encontrarnos con los códigos QR en todas partes, principalmente cuando se trata publicidad que intenta atraer a sus clientes con factores como las nuevas tecnologías.
Sin embargo, aún hoy difícilmente encontraremos un caso de éxito utilizando los QR como el que ocurrió en una tienda coreana llamada Emart (una especie de Wall-Mart). Los encargados de la tienda se percataron que a medio día entre las 12 y la 13 horas las ventas disminuían, debido principalmente a que es la hora del almuerzo. ¿Cómo solucionar esto? La ingeniosa respuesta fue la mezcla de utilizar los códigos QR y la sombra generada del Sol.
A partir de esto fueron repartidas por la Ciudad esculturas con relieve que expuestas a la luz del Sol del medio día generan con su sombra códigos QR, éstos pueden ser escaneados con un smartphone, mostrándole a los usuarios ofertas de la tienda y ofreciendo cupones de descuento, además las compras realizadas por este medio, son entregadas a domicilio.
El resultado de toda esta idea fue un rotundo éxito, ya que las ventas subieron un 25% en el horario del almuerzo. Y el número de clientes y socios de la tienda aumento en un 58% tan sólo en el mes de febrero.
Después de todo, este es el resultado de mezclar tecnología y mercadotecnia. Pero también se podría decir que hasta las placas del QR code son casi artísticas y por momentos nos recuerdan al juego de sombras de los artistas Tim Noble y Sue Webster, por lo que no nos queda más que reconocer el ingenio de la campaña y compartirles el vídeo.
