Hablar de Kiss me hace acordar de muchos momentos de mi niñez… cuando tenía algo así como 8 años… cuando mi pobre mamá tuvo que soportar que ese gordito pecoso que yo era le pida hasta el hartazgo “mami, quiero que me llenes la campera de jean de cosas brillantes como la de estos tipos”.
Llegué a tener toda su colección en vinilo (hasta los discos de finales de los 80as), desde las ediciones normales hasta los cuatro discos solistas en versiones picture (en las que de todos modos seguían “enmascarados”), osea, con sus caras impresas sobre el vinilo mismo. ¡Me acuerdo de lo difícil que fue conseguir esos discos en esa versión!
Y es que Kiss es una banda particular, a la cual le toco ser despreciada en muchos sentidos por el mundo de los que “saben” de música, por su nacimiento y desarrollo ligado al espectáculo, a sus “mascaras” y al mito. ¿Recuerdan ese gran mito urbano que cuenta que los Kiss pisaron pollitos vivos en un concierto? Bueno, disculpen chicos, Santa Claus no existe. ¡Es mentira!
Esa parafernalia de vestuario, efectos y escenografía los hizo los preferidos de grandes cantidades de público en distintos momentos, pero lo mismo los alejo de los que dictaminan lo que es bueno o no en la música. Esos mismos que declaran a los cuatro vientos que Black Sabbath es un proyecto fundamental (que lo es) dejó de lado a este grupazo que te sorprende al momento de escuchar alguno de sus discos en vivo, por la cantidad de éxitos y tracks realmente buenos que han compuesto en sus 37 años de historia.
Y lo de sus éxitos no es mínimo, por que no es tarea fácil crear un track que quede sonando en las radios durante 30 años. Para que ello suceda, algo de particular debe haber en esa música.
Pero Kiss también tuvo sus búsquedas arriesgadas, como la que hicieron en “(Music From) The Elder”, álbum entre progresivo y sinfónico que en el correr de los tracks construye de principio a fin un relato conceptual, con momentos orquestales y letras que se encadenan una con otra. En este disco están “Under The Rose” y “A World Without Heroes”. ¡Que canciones buenísimas! Lógico, es el menos conocido de ellos, el que tuvo menores ventas, razón por la cual en ese momento casi los echan de Casablanca Records.
Y también tuvieron sus momentos en los que debieron tomar decisiones difíciles, como la de “apostar” por la modernidad y a la sanidad mental a comienzos de los 80´as descubriendo sus caras. Los integrantes de Kiss cuentan que ya en sus mentes confundían la realidad con sus personajes, fruto de su tremenda popularidad. Y es comprensible, imaginen pasar 6 años de su vida con maquillaje en sus caras, cuidando que nuca les tomen una fotografía al desnudo. Al descubierto ya aparecieron para la tapa del álbum “Unmasked”.
Esto de los maquillajes hoy parece una tremenda banalidad. Pero por un lado imaginen lo que debe haber sido para un grupo de comienzos de los 70ás salir al mundo enmascarados y con ese tipo de vestuarios. Gracias a ello en Estados Unidos fueron durante largo rato el tiro al blanco perfecto para toda la maquinaria religiosa que se encargó de demonizar al rock. Y a ellos los demonizaron de verdad. De hecho, la famosa anécdota falsa del supuesto momento en que salieron al escenario pisando pollitos fue creada por esa maquinaria.
También los acusaron de Nazis, la cual es de la más graciosa de las cosas que se dicen de ellos: Gene Simons, el bajista y ocasional primera voz del grupo, como bien lo explica su apellido, es judío.
Y después de soportar todas esas mentiras y presiones… de un día para el otro decidieron sacarse las máscaras, después de que por más de 5 años toda la prensa de música mundial había intentado desesperadamente tomar alguna fotografía de esos rostros sin maquillaje.
Pero por otra parte, su popularidad en Estados Unidos ha generado situaciones súper excepcionales, como por ejemplo que así, disfrazados y todo, fueron invitados especialmente a la Casa Blanca por 5 presidentes distintos: Gerald Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan, Bill Clinton y George Bush (de estos dos últimos no se si yo me pondría muy orgulloso).
Hace poco, como están haciendo tantas de estas bandas, salieron de gira mundial, con impresionante convocatoria, y lanzaron nuevo disco (Sonic Boom – 2009).
No se que tanto les quedará para entregar. No se si este “resurgimiento” será una nueva de esas “reapariciones” creadas por estudiosos del mercado musical para sacarle algo de dinero a los nostálgicos, y para que esos nostálgicos también lleven a los conciertos a sus hijos, para que la ganancia se duplique.
Pero más allá de cómo sea, la verdad es que los Kiss dejaron algo importante, un gen que suena en cantidad increíble de grupos. Y ni hablar de que esa parafernalia de ropas y escena también han sido referente para todo un gran puñado de bandas más. Y eso no es poco.
Les armé un compilado de 11 tracks para que lo bajen, que incluye las que son a mi parecer las mejores canciones de Kiss (seguro me olvido varias), hasta unas de discos no tan conocidos. Es algo así como un pequeño homenaje a esa banda que de niño logró que en la escuela yo estuviera vestido distinto a mis otros compañeritos.
Kiss – Compilado de Casstte! (mediafire link)