Atentos, que con SOPA o sin SOPA nos cagaron igual (por Andrés Oddone)
A solo unos días del gran revuelo que se armó en todo medio de comunicación y redes del mundo al respecto de la posibilidad de la aprobación de SOPA en EEUU, y luego del momento épico que significó el cierre de Megaupload y la captura de los miembros más altos de esa empresa; todo se ha calmado, al menos en los medios de comunicación “estándar” y en las redes sociales. Solo vemos algunos fogonazos de alegría en personas que hacen publicaciones tipo “vencimos a los que querían imponer la SOPA”. O de tristeza, en otros que se quejan de que no encuentran películas / música tan fácilmente como antes; u otros que dicen “que mala suerte, yo que tenía una cuenta premium en Megaupload”.
Lo que pocos ven (y pocos informan) es lo grave de la situación: el movimiento que ha realizado el gobierno de Estados Unidos con la baja de Megaupload fue contundente. Generó tantas reacciones en cadena, favorables a sus intenciones, que hoy directamente hablar de una cosa como SOPA es casi un chiste. Han demostrado que con las leyes con las cuales cuentan, pueden cumplir sus objetivos y más. Con sus movimientos hasta pueden apresar personas en países lejanos.
La realidad es que los otros sitios de descarga han reaccionado enérgicamente a la estocada del FBI. Han corrido todos juntos en una estampida de paranoia que los ha llevado a tomar distintas resoluciones que hacen que los materiales que antes estaban disponibles no existan más en la red. Algunos solo permiten a los usuarios descargar los materiales subidos por cada uno (o sea, no pueden acceder a lo que hayan subido otros), y la gran mayoría directamente ha optado por borrar cantidad innumerable de material, cualquiera que consideren “puede ofender alguna ley sobre derechos”.
En definitiva, sin SOPA de por medio, el gobierno de los estados unidos ha cumplido su objetivo, que era limitar las acciones de los usuarios en cuanto a contenidos y tener controladas a las plataformas de la red, especialmente a los sitios de descarga.
Pero no se han quedado allí… la cosa continúa.
El blog amigo Pijamasurf es uno de los pocos medios en castellano que sigue de cerca la evolución del tema, y en estos últimos días han hecho dos publicaciones que nos hacen pensar con preocupación sobre hacia donde se esta encaminando todo. La primera, cuenta que desde marzo Google implementará políticas por medio de las cuales los usuarios deberán aceptar nuevas condiciones de uso, que habilitarán a la empresa a servirse de la información generada por cada uno mientras utiliza sus servicios. Sin ninguna opción: el no aceptar estas nuevas políticas significa la baja del usuario. Aquí pueden leer la nota completa.
Por otra parte, también nos cuentan que la red social Twitter de ahora en más se reservará el derecho de retirar tweets cuando algún país lo pida, por considerarlos ofensivos. Aquí la nota completa.
Ambas noticias abren incógnitas ¿Qué van a hacer con la información nuestra que recojan? Y no es que seamos inocentes… sabemos que desde siempre está información es recogida y utilizada, pero ¿en que cambia que ahora eso sea “legal”?
Y lo de Twitter, directamente es un acto de censura que nos hace pensar que la democracia finalmente ha sido derrotada de todas las maneras. Cuando ya una persona no puede poner en su Twitter un insignificante “este país es una mierda”, algo está mal… o quizás es al revés… quizás son demasiados poniendo lo mismo y los gobiernos están temiendo las repercusiones que esas expresiones puedan tener.
La cuestión es que debemos estar atentos, por que lo que comenzó con grandes alaridos ahora se está haciendo por debajo y en silencio, pero sigue en curso.
Pero no vamos a terminar este post con la desazón que producen estas noticias (a los de Cassette son temas que nos tienen muy jodidos). Aquí les van dos lindas visiones posibles para el futuro.
La primera, es la necesaria vuelta a los P2P, a que la información no esté centralizada en los sitios de descarga sino que la tengamos todos, que seamos millones compartiendo. Por que pueden molestar a uno, pero no a 10000000. Es algo que ya vivimos hace mucho, con viejos sistemas como Soulseek, Emule y tantos más. Es hora de volver de lleno a eso.
Y lo segundo, es la experiencia artístico / filosófico / vivencial que están llevando los amigos de la revista Orsai, que frente a toda la idea de caída de mercado y desaparición de la revista / libro como objeto físico, con su trabajo hormiga están haciendo crecer un proyecto que desafía todas reglas de lo que “supuestamente debe ser”, de manera alternativa, haciendo hincapié en lo que realmente importa: que su obra escrita y la de otros sea leída por muchas personas, y de paso, poder vivir decentemente de ello. Según cuentan, si se puede, y están contentos por eso. Y sienten que la lucha contra estas estructuras de censura puede ser de otra manera, como cuando uno “discute” con el abuelo. Por favor lean este texto de ellos, por que habla del tema como nadie más lo ha hecho: relajados, con humor, con el corazón.
Como cierre ¿Que es lo que opinan los South Park de todo esto? (grande el Rafis que encontró este videazo!)