Esculturas increíbles con objetos y materiales cotidianos
Es asombrosa la cantidad de cosas que se pueden hacer con objetos a los que estamos tan acostumbrados a ver en otros contextos, y que casi siempre terminan en un basural.
Dentro del mundo del arte, hay infinidad de artistas en sus distintas ramas que trabajan directamente con estos materiales de descarte, logrando piezas sorprendentes.
Hoy compartiremos con ustedes dos ejemplos: Uno que emplea elementos de la naturaleza muerta para sus creaciones, y otro que trabaja con objetos cotidianos del mundo artificial.
Curiosamente, el escenario del primero es en la mayoría de los casos un entorno urbano, mientras que el segundo utiliza como fondo, el bosque.
Jaakko Pernu de Oulu, Finlandia, trabaja desde hace 20 años con materiales naturales. Últimamente, contratado para ejecutar obras públicas en Canadá y países de Europa, dio forma a una serie de esculturas de madera natural, construidas con ramas secas del entorno al emplazamiento de cada obra.
Al conocer y manejar muy bien la madera, ya que desde pequeño ayudaba a su padre en la construcción de barcos, hoy en día emplea varias técnicas para un fin puramente artístico. Eleva volúmenes imponentes, con entramados de ramas que además de generar un sutil contraste con el entorno, reflejan el paso del tiempo con el mismo deterioro natural que van sufriendo. Esto hace que un objeto de gran tamaño, creado con piezas secas de madera, cobre una nueva vida. Un nuevo ciclo y mutación que responde a los cambios climáticos y al correr de los días.
El tema con el que trabaja Pernu en sus obras es la intervención del hombre en la naturaleza y viceversa. Por ello, vemos en sus monolitos figuras geométricas marcadas que recortan el paisaje. Son sólidas, pero a la vez translúcidas, ya que el entramado de ramas deja pasar la luz y entrever el fondo de la escena.
Con algo tan orgánico e incidental como lo que son las formas que entregan esos trozos de ramas y maderas encontrados al azar, este artista crea formas geométricas puras, sacando elementos de su “naturalidad”, pero utilizándolos para enfrentarnos a lo orgánico como algo que es parte habitual de nuestras vidas, hasta el los espacios urbanos.
Por su parte, el fotógrafo Thomas Jackson (http://thomasjacksonphotography.com), retrata composiciones de objetos cotidianos con la naturaleza como telón de fondo. Post-its, platos y vasos desechables, bolitas de queso, entre otros, son empleados en estas conjunciones de color que contrastan con el verde del bosque de una manera preciosa. Los colores resaltan, pero no atentan visualmente con el contexto.
Thomas se apoya bastante en el Photoshop para retocar las imágenes y reforzar el contraste mencionado. De hecho, él mismo asegura que sin este recurso digital, su obra no impactaría como lo hace.
Más que nada, el proceso consta de colgar los elementos elegidos en una estructura de alambre, luego en PS elimina todo rastro del soporte metálico y contrasta aún más los colores, dejando la sensación de que estas nubes coloridas flotan en el aire.