Ciudadanos paranormales-Gabriel Acevedo y los edificios fantasma de Perú (por Magui Dávila)
Ex Ministerio de Educación de Lima, Perú. Enrique Seoane – 1956Pocos lugares son tan extraños como los edificios del Estado donde se gestionan los trámites de los ciudadanos y los etcéteras deformados. La distancia que existe entre entre el piso y la cima de la montaña de papeles de la burocracia la cuentan los amigos de los fantasmas que habitan en estos edificios por la noche.
En estos días donde los muertos son la bomba, en Cassette traemos un proyecto artístico de Gabriel Acevedo Velarde, que a modo de documento reflexiona y cuestiona sobre el rol de edificios “fantasmas” de la administración pública heredados de la época colonial, en la ciudad de Lima, Perú.
Se trata de una instalación que plantea una mirada sobre la modernización de la capital peruana, formada por dos salas complementarias, con dos piezas en video y siete cuadros que recuerdan el Anémic Cinéma.
En la primera sala, un rejunte de sillas de oficinas de trabajo de distintas épocas rescatadas de los almacenes del Museo nos ubican para ver un video (de 60 min.) en el que el protagonista es una personalidad de la radio peruana, y también una autoridad en asuntos paranormales, el Dr. Anthony Choy. Aquí este conductor de el programa televisivo llamado “Ciudadano Paranormal”, se dedica a perseguir historias y testimonios, contactando y entrevistando a empleados -reales- que trabajan en estas instituciones como personal de seguridad, limpieza, redactores, maestros, etc. En sus relatos, estas personas van de lo normal a lo paranormal. Las historias acaban siempre por diversos motivos testimoniando que por la noche, en estos espacios habitan fantasmas. Dicen los entrevistados que en ausencia de la gente que habita en los horarios formales, se manifiestan seres en forma de espíritus o zombies.
En la primer entrevista Choy agradece que, el denominado arbitrariamente “José”, acceda a realizar la entrevista de forma telefónica, ya que se niega dar a conocer su identidad. Éste describe cómo entró por primera vez en el edificio (en 1962) que en aquel momento era el Ministerio de Educación, el cual era el edificio más alto de Lima, conocido por los sucesivos suicidios desde el piso 20. José cuenta que una docente denominada “la gringa” se suicidó por desamor y que su espíritu quedó dentro del edificio el cual luego se convirtió en Corte Superior de Justicia de Lima. A medida que el relato avanza, comienzan a aparecer, enmarcadas en dorado, fotos de los periódicos y vistas arquitectónicas de lo que se va contando.
A continuación, ya en persona, entra Julia, una enfermera que renunció a su profesión para dejar de ver “cosas fuertes” por ser delicada del corazón. Ella cuenta que entró a trabajar en el año ’87 en el Ministerio de Relaciones Exteriores donde le sucedieron cosas MUY extrañas. La señora relata que durante la toma de rehenes, que comenzó en 1996 (en pleno gobierno de Fujimori) en la embajada de japonesa de Lima, sintió en carne propia a los espíritus. Julia estaba durante la noche con su compañera Antonia en el edificio, y ambas sintieron unas palmaditas en la espalda, a continuación cuenta que una noche muy cansada decidió recostarse dentro de una carroza que hay en el edifico, y que nada más dormirse comenzó a sentir que le apretaban el cuello, y todo el cuerpo… ella gritaba desesperada mientras se ahogaba pero nadie la escuchaba.
Carroza del Marques de Torre Tagle. Ministerio de Asuntos Exteriores. Lima, Perú.
Otro de los entrevistados es Marcial, quien estuvo durante unos años como empleado de seguridad del Palacio de Justicia. Advertido por sus compañeros de que no podía bajar al sótano solo, decidió bajar igualmente (doble peligro, ya que es donde ubican a los presos en tránsito del calabozo a los jueces), y ahí fue cuando vio una sombra, mientras por el micrófono sus compañeros le advertían la amenaza paranormal, que vuelva a subir porque se estaba haciendo presente la sombra que habita ahí, en esa oscuridad.
Entre los relatos aparecen varios empleados con cargos diferentes en distintos años, entre ellos aparece Antonia, la compañera de Julia, quien cuenta otras experiencias más. Sin embargo, hay uno de estos testimonios que es diferente, y que es el que enlaza con el segundo video: se trata de una entrevista a un empleado -repositor- de un supermercado. Este, entre sus afirmaciones sobre tareas y metas a cumplir para el cliente como: “el cliente es nuestra razón de ser”, desvía la relación cliente/empleado desembocando en el relato de que en ocasiones, es visitado por un cliente secreto, un “cliente encubierto” que viene a controlarle sus tareas, el cual enlaza con una pesadilla -o visión- nocturna, donde comienza oír pasos como de una tropa militar, y al mirar por la ventana observa que son zombies. Una tropa de soldados marchando…medio vivos, medio muertos.
Este espectáculo televisivo revela síntomas de ausencia de la institución en los espacios arquitectónicos. Acevedo sugiere: “¿dónde se encuentra realmente el Estado?”, y para esto propone la segunda el vídeo Cliente Secreto, una posible relación del estado y el mercado, con una coreografía en relación a los rituales que realizaba en las cárceles Sendero Luminoso (Partido Comunista del Perú), una organización terrorista de ideología marxista y maoísta, originada en Perú en los ochenta. En esta pieza se reemplazan los uniformes maoístas que utilizaban aquellos, por un vestuario semejante al utilizado por los empleados de una cadena de supermercados muy conocida en Perú.
Si bien parecieran estar desvinculados los dos vídeos, y este segundo es diferente ya que opera desde los efectos que provoca el consumo y el servilismo en la sociedad, los dos comparten la idea de repensar las rutinas laborales y los rituales colectivos, donde se borran las características o subjetividades de las personas. Según concluye la hoja que acompaña la exposición, este proyecto trabaja “para el artista, lo interesante es justamente el espacio intermedio en donde conviven el delirio utópico con el consumismo, la normalidad institucional con lo “paranormal”, la voz individual con la institucional”.
Ciudadano Paranormal se exhibe hasta el 6 de enero de 2014, dentro de el Programa Fisuras del Museo Reina Sofía de Madrid.
Es importante comentar que algunos trabajadores del Museo afirman que se oyen las voces de las enfermeras del antiguo hospital que funcionaba en sus instalaciones.
Gabriel Acevedo Velarde nació en Lima, Perú, en 1976, actualmente reside en Berlín. Desde que irrumpió en el panorama artístico peruano en 1999, ha desarrollado una carrera expositiva de carácter internacional marcada por una ingente obra gráfica, vídeos, animación, objetos-esculturas y performances, desde donde muestra una particular condición del mundo y de los comportamientos sociales bajo una mirada critica e irónica. Entre sus exposiciones individuales cabe destacar que fue quien abrió la exposición Pop Politics: Activismos a 33 Revoluciones, con “Astronautas peruanos”, una presentación musical en la que bajo el alias de “Guambrillo” el artista integra música y textos que tienen como eje metafórico la imagen de Carlos Noriega, astronauta norteamericano de origen peruano. Una figura celebrada en Perú como símbolo de la integración al desarrollo. Según explica el comisario de la exposición, Iván López Munuera, la música se convierte aquí en un modo de poner en escena, de dramatizar, una serie de ideologías desde un posicionamiento irónico, exponiendo ideas y conceptos como la fé en el progreso, el conocimiento tecnológico y la construcción de identidades populares visibles en la figura del cosmonauta. Esta exposición colectiva realizada en el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles, Madrid, planteaba una reivindicación de las formas políticas específicas producidas en la música Pop a través de las prácticas artísticas contemporáneas. Su catálogo (donde se puede ampliar el trabajo de este artista) está disponible para descargar.