Javier Barria-Folclor (por Candelaria Díaz Gavier – free DL!)
“Folclor” es el noveno álbum solista de Javier Barria, el cantautor chileno que ha hecho de la producción independiente su consigna propia. Entre el pop, el indie pop, el rock acústico y el electrónico, “Folclor” –que podría señalar inmediata y obviamente al sentido más tradicional y vernáculo de la palabra –, parece remitir de una manera capciosa y para nada inocente al folk norteamericano, aunque no es indiferente a esa ambivalencia. El disco cierra con el tema “Nuestro folclor” cuya poesía amplía todavía más el sentido del nombre del disco (su letra, como la de todas las canciones del disco, está en bandcamp) y entonces “folclor” también quiere decir algo sobre lo que hay de ritual en la soledad y en las relaciones, en la vida y en el amor.Sea como sea, hay un montón de puertas en el álbum por donde entrar a esa pieza cálida y acogedora, y mirar a través de la ventana lo que sea que esté pasando afuera, desde esa intimidad siempre solitaria, romántica, melancólica .
Las canciones abren el diario íntimo de un “solista extraviado en medio de un supuesto paraíso”, como dice en “El día en que dejaste de quererme”, el tema del corte difusión y sin duda el más hitero del disco. No sería la primera vez, después de todo, que Javier Barría habla desde su pieza: él mismo cuenta que solía componer en su habitación. Pero sin embargo, “Folclor” es el álbum grabado en un estudio itinerante, es decir, está hecho con sonidos del mundo -la lluvia pegando en el techo, el canto de los grillos…- recolectados durante viajes con una grabadora digital. Así parece, entonces, que no estamos invitados sólo a mirar el interior de este poeta “intimista”, sino más bien a filtrarnos por esa intimidad para ver otras cosas, tal vez una multitud congregada en la ciudad o “las huellas de un planeta tierra / a punto de chocar”.
La originalidad de Javier Barría está en que esos registros no quedan accesorios en sus canciones, sino que se combinan con los instrumentos y la voz en un loopeado súper prolijo. Así, el disco es un verdadero montaje que trata a todos los materiales por igual, con la misma calidad. El estudio de grabación entero es el instrumento musical por naturaleza en esta propuesta que Javier le hace al indie pop, y lo ejecuta con una sutileza tal que casi no podemos distinguir entre el loop y lo acústico. “Folclor” da una muestra brillante de una técnica tan precisa que la composición, digamos “digital”, sabe cómo no borrar del todo la crudeza de los materiales que se mezclan. Una canción como “Nuestro Imaginario”, repite un verso de manera casi idéntica, o con alteraciones minúsculas, sobre una base que hace lo mismo, y así la canción fluye con la misma mecánica que fluyen nuestros imaginarios.
Pero hay una especial sugestión respecto al amor, la soledad y hasta la juventud que nos deja a fin de cuentas, al menos en estos lados del mundo y para los oyentes de cierta generación, impresiones de algo muy contemporáneo; y la armonía que se consigue en la mezcla de la voz, los instrumentos y los sonidos, armoniza también la convivencia entre lo íntimo -lo de adentro- y lo de afuera. Todo un diálogo con un género, el de Javier (por Candelaria Díaz Gavier)