Chelo Scotti-Cuartetronica (por Andrés Oddone – Folcore Records – name your price)
EP en el que el Cuarteto, el folclore más fuerte de Córdoba, Argentina, se da la mano con la música electrónica alemana y la modernidad para la pista de baile.
Córdoba, Argentina, año 2002 o 2003, en una fecha que no puedo terminar de recordar. Noche de baile de La Mona Jimenez en La Vieja Usina (actual Plaza de la Música) junto a Uwe Schmidt (Atom™, Flanger, Geeez ‘N’ Gosh, Los Sampler’s y Señor Coconut, entre una miriada de akas) y toda la familia del querido Christoph Bertrams, el que en ese momento era director del Instituto Goethe Córdoba. Hacía tiempo que Christoph buscaba la manera de lograr que artistas alemanes trabajaran de alguna forma con el Cuarteto, música popular por excelencia de Córdoba, la provincia central de ese país identificado en el mundo principalmente por el Tango, género completamente opuesto al Cuarteto en todos los sentidos que uno pueda imaginar. Porque el Cuarteto nada tiene de nostalgia y gris. El Cuarteto es fiesta, encuentro, cruce generacional. Es no solo la música popular de una provincia, sino también lenguaje y espacio de encuentro de los desprotegidos, los que están en la sombra social, los expulsados del centro de la ciudad, los que se nombran solo por su color oscuro y de forma despectiva, los que la policía aborda en la calle solo por su apariencia.
La Mona le habla a la gente de los barrios más bajos de Córdoba hace generaciones, y por eso en sus bailes uno puede ver moviendo el cuerpo tanto a la abuelita como a la nietita.
La Mona compra y canta las letras de presos / escritores improvisados, sacando a la luz ideas y sentires de los que nadie quiere mirar.
Pero no, al final Uwe Schmidt no lo vibró. El cuarteto no logró decirle algo que le interese, y ese intento de fusionar el cuarteto con la modernidad quedó en la nada.
Lo que Christoph nunca imaginó es que 15 años después todo iba a ocurrir al revés, que el que iba a proponer el cruce entre lo alemán y el Cuarteto iba a ser Chelo Scotti, músico cordobés que reside en Hamburgo hace algunas décadas.
En “Cuartetronica”, nuevo disco que Chelo libera por medio del sello español Folcore, el cuarteto cruza la frontera imposible y se da la mano con el techno alemán, los sonidos sicodélicos de los sintetizadores más volátiles, con el minimalismo rítmico ideal para la pista de baile actual. En “Cuartetronica” la frialdad típica de la electrónica teutona se da un buen chapuzón de latinidad cuartetera, con toda la alegría típica que produce esas ruedas de baile eternas y hace que el cuerpo se mueva al compas del tunga tunga, las percusiones saltarinas y los toques sensuales del merengue.
Las 4 canciones que componen este EP revisan el cuarteto desde una óptica claramente actual, pero con toda la carga afectiva y el cariño de un cordobés que hace mucho que ya no vive en su ciudad, y que al rememorarla no puede más que revalorizar el tun tun cuartetero como referencia esencial, como color indiscutible de la cultura de una ciudad que niega su cuerpo, la materia que la compone, solo porque esa es la música de los de abajo, de los marginales que desarman sus penas todos los fines de semana a puro golpe de tunga tunga, y tomando Fernet con Coca de a litros.
“Cuartetronica” nos entrega música para bailar a modo de viaje entre Córdoba y Hamburg, y de paso dibuja una foto irreal en la que distintas clases sociales cordobesas distanciadas desde siempre se dan un abrazo de paz y alegría (por Andrés Oddone)