Papillon and Skillin-Bounty District (por Lucas Alamo – Skoop Records – name your price)
Desde Escocia llega esta excelente producción de hip hop brumoso con liricas cargadas de historias habituales, de esas que vivimos todos en las ciudades.
El mundo de la música no para, y ahora nos tocó la oportunidad de darle oído a un proyecto por demás interesante. Se trata del dúo escocés Papillon & Skillin, en donde hacen mancuerna para regalarnos el álbum “Bounty District”, el cual publican bajo el sello Skoop Records.
Para darle directo al grano, este es un disco de hip hop lo-fi lleno de sutilezas. La combinación de breaks sucios y secos, samples souleros cortados con mucha precisión, y letras que salen de la vida real, de la calle, de las historias de los amigos y de lo que se observa en la vida, resultan en un álbum muy disfrutable.
En “Bounty District” no van a encontrarse con bajos gigantes y atronadores, a diferencia de la gran generalidad de lo que se escucha últimamente. Tampoco es que Papillon & Skillin estén buscando retratarse en los sonidos old school del hip hop de los 90’s. Al contrario, “Bounty District” resulta en una propuesta original que nos e esfuerza por resultar innovadora, su autenticidad hace que resalte, dibuja una cualidad más de su estilo particular.
Pero como suele suceder, lo más interesante no son precisamente los skills ni el hype alrededor, sino lo que deja el álbum detrás. Se trata de un viaje cargado de imágenes cinematográficas con olor a cerveza y a mar. Este dúo de escoceses nos lleva por senderos muy particulares del puerto de Leith (el mismo de donde salieron los personajes de Trainspotting), el cuál recorremos junto a ellos en un letargo de alcohol, marihuana y sampleos opiáceos.
Definitivamente es un disco que encaja en la onda lo-fi, pero no es lo único que lo define. En realidad es, si acaso, lo mínimo que podríamos decir. Supongo que lo más importante es la imagen que representa, la historia que cuenta, el viaje narrado a través de esos 21 tracks.
Le das play y casi sin darte cuenta ya estás caminando en medio de una calle en la ciudad, entrando en pub y saludando a alguien. La primera pinta de Guinness cae en el estómago con el calor de trompetas lejanas, de los recuerdos acumulados en discos empolvados. La aguja cae en el vinil, el mar helado marca el ritmo de la noche.
Los tragos avanzan con cada canción mientras van apareciéndose fantasmas de melodías de otra época que resuenan bajo un filtro de baja frecuencia. Las luces de la calle se reflejan en los charcos, el bombo clap resuena incesante en nuestros cerebros mientras va marcando el tiempo de cada palabra que escapa por las adormecidas bocinas.
Otro pub, otro track y otra pastilla. Las líricas de Skillin resbalan con estilo y precisión sobre marcos de beats grises como el cielo. Siempre con la sensación de estar medio adormilado, como viviendo detrás de un velo que te permite sobrellevar la realidad.
El último track llega con el amanecer, el sol esforzándose por aparecer en la costa helada.
“Bounty District” es un álbum de hip hop que goza de una psicodelia oscura y profunda que, de cierta manera, podría estar más influenciado por Lou Reed que por Biggie.
Hip hop escocés para el mundo. Bájenlo, escúchenlo y, si les gusta, déjenselo saber a los artistas en cuestión (por Lucas Alamo)