Hacen prótesis de una mano robot para niño de 5 años (por Manuel Cosío)
Las prótesis robóticas hoy son una realidad. Incluso existen las controladas por la mente. Sin embargo, muchas personas que las necesitan se encuentran marginadas al acceso a este tipo de tecnologías, principalmente por los elevados costos que representan, a veces de hasta cientos de miles de dólares.
Esta historia comenzó con dos hombres: Ivan Owen de EE.UU. y Richard Van As de Sudáfrica. Ivan diseño una mano mecánica para llevar a una convención de ciencia ficción, y publicó un video de ella en Youtube. Richard, que había perdido 4 dedos en un accidente vio el video, y contactó a Owen, ya que anteriormente Van As se había informado del precio de las prótesis de dedo: cada dedo oscilaba alrededor de los $10 mil dólares, y él sin contar con el capital, decidió informarse para poder construir su propia prótesis.
Tras empezar a colaborar juntos, Ivan y Richard empezaron a documentar todos sus avances en su blog llamado Coming up short handed (The Robohand blog).
Por únicamente contar con la comunicación a distancia, el avanzar no era nada sencillo. Y apenas en noviembre se reunieron por primera vez para pulir su diseño original.
Curiosamente, la madre de Liam, niño que había nacido con un problema que le había hecho perder sus dedos, vio el trabajo en el blog y contactó al equipo mientras Owen se encontraba en Sudáfrica, por lo que ambos decidieron enfocarse en esos días a sacar un prototipo para el niño. Aunque lograron sacarlo, éste aún no era completamente funcional, ya que necesitaba varios ajustes, y Owen tuvo que regresar a los EE.UU.
Para suerte de esta historia, la respuesta para facilitar las cosas llegó cuando la empresa MakerBot se enteró del proyecto y decidió donar dos impresoras Replicator 2, una en EE.UU. y otra en Sudáfrica, para que ambos chicos pudieran trabajar en el prototipo a distancia, imprimirlo y mejorarlo.
Así es como entre que Owen enviaba modelos para la prótesis, Van As los imprimía y le daba la retroalimentación para hacer los ajustes necesarios. Por ello pudieron terminar la prótesis para Liam.
Las impresoras 3D han permitido una cantidad de nuevas aplicaciones, y como aseguran los creadores de la prótesis de Liam, sin ser el mejor material, el plástico es suficientemente resistente para el uso diario y puede modificarse fácilmente conforme Liam crezca.
“Rich y yo hemos sido muy felices de tener la oportunidad de hacer esto”, explicó Owen. “No sólo encontramos un socio de diseño, sino que somos espíritus gemelos en el sentido que los dos estábamos frustrados por el hecho de que hay cosas que simplemente no debieran comercializarse – son necesidades en lugar de deseos”, afirmó.
Sin duda lo que estos chicos lograron hacer para Liam es increíble, pero por suerte parece ser que es sólo el inicio, ya que recientemente han subido un nuevo video donde ayudan también a una pequeña niña.
Con todo esto podríamos estar viendo el comienzo de un modelo que se puede replicar alrededor del mundo para ayudar a las personas con estas necesidades u otras, y poder traer esas tecnologías a ellas y con la ayuda de más colaboradores mejorarlas.