La historia de la humanidad se divide en tres etapas básicas; el desarrollo del embrión se divide también en 3 trimestres.
Durante toda la historia nos hemos desarrollado extensamente; hemos conquistado, construido, destruido y vuelto a construir. Y así nos hemos diseminado por todo el globo terráqueo, hasta que hemos alcanzado un estado donde hemos conquistado todo. A esta etapa llega el feto, cuando cumple las 38 semanas de desarrollo.
Para el niño, el vientre de la madre es el lugar más confortable; sin embargo, esto no es más que una fase intermedia, puesto que el objetivo es el nacimiento; ya que quedarse en el vientre es imposible. El organismo de la madre produce una gran cantidad de adrenalina durante el parto para ayudar al niño a nacer; para el feto el parto es muy doloroso. De igual manera nosotros nos hemos desarrollado hasta la fase máxima, donde ya no podemos proseguir existiendo de acuerdo a aquellos principios implantados durante todo el período de nuestra gestación.
No sabemos qué hacer ahora, pero esto no significa que no exista un plan general para nuestro desenvolvimiento. La naturaleza tiene su programa y actúa sobre nosotros a través de las crisis, los cataclismos naturales, las epidemias y las guerras, obligándonos a nacer a pesar de todo. Habiendo nacido, el niño continúa su desarrollo: con el conocimiento de un mundo completamente distinto fuera del vientre. De la misma manera, nosotros finalmente debemos comprender nuestro propósito.
EMBRYO HD from Vladek Zankovsky on Vimeo.