Continuamos con las entrevistas a Dick Verdult, artista conceptual, plástico y fílmico, también conocido por su música como Dick el Demasiado. Con el correr de las palabras habrán podido percibir algo de lo complejo de este artista inquieto, que con sus sablazos de delirio poético abre brechas sangrantes de lucidez. Algo es claro: lo que se ve no es lo que es, lo que hay detrás también importa. Finalmente, vale la pena buscar.
También ha sido bello encontrar los puntos de conexión entre las diferentes artes que este artista aborda. El total se su obra forma un bagaje fuerte, lo cual lo ha llevado a estar presentando una gran muestra retrospectiva en Van Abbemuseum, museo de arte moderno y contemporáneo en Eindhoven, Holanda.
Pacific history aquariumCassette: Estos cassettes navegando ¿muestran lo atemporal de la música?
Dick Verdult: En este caso no es así, Cassetteblog. Estos cassettes no llevan música en sus miles de metros de cinta magnética. Lo que se encuentra ahí, escondido dentro de esas cajas de plástico, es un gran retrato de una sociedad en el apogeo de su afluencia, Holanda, justo antes del segundo milenio, entre 1996 y 1998.
Cassette: ¿La colección en sí dice algo?
Dick Verdult: Como sabes, yo manejaba un grupo de artistas anarquistas, el IBW, Instituto de Lunatismo Abordable. La idea con ellos era, entre otras, hacer arte que busque los límites de lo que todavía se podía llamar así, y hacerlo muy precisamente con el dinero de los impuestos holandeses. La sociedad holandesa se jactaba de ser progresiva, y hacia falta marcar el horizonte. ¿Cuanto de progresivo? Bueno, es así que manejamos el grupo, en esos terrenos incómodos pero nuevos. Con el tiempo, y bajo esos parámetros, tenia que hacer muchas llamadas telefónicas, pues así lo exige la producción de arte hoy en día: mucho teléfono. El caso es que hablaba con tanta gente de gestión, gente que te dice si-pero, o no-porque, o no-pero o si-porque. Esa gente que se mira lo limado de las uñas al hablar. Esos ultra-intermedios de una sociedad afluente, que andaban desarrollando una manera de hablar y un discurso que me parecía valía la pena guardar. Sin tomarlo mucho en conciencia, su idioma era de hamacarte al vacío. El arte al que ellos iban era festejo político-correcto. Ese idioma es uno de los vestigios del creer que se puede realizar una sociedad a la medida de sus deseos.
Así que corté unos cables dentro del respondedor telefónico, para que no sonara el aviso. Los provocaba a dar detalles en los diálogos, y grabe todas las conversaciones telefónicas.
Cassette: ¿Los soportes pasan y la música queda? ¿o se va todo junto?
Dick Verdult: El soporte es para ayudar a que quede en la mente de la gente. Es un repetidor, nunca un armario.
(Detalle del interior)