Dick Verdult abre su baúl (volumen 10)

Así, como en un gran partido en el cual la pelota va y vuelve, pero que en cada retorno es un nuevo objeto que sorprende, vamos llegando a la decima entrevista a Dick Verdult, del ciclo que hemos comenzado ya hace un tiempo. La principal idea fue mostrar la amplia obra de este amigo, que rebota de distinta maneras en una gran variedad de escenas: como Dick Verdult con su obra plástica, cinefila, fotográfica y conceptual. Como Dick el Demasiado con su música, sobre nuevas generaciones que han tomado los ritmos latinos enloquecidos como bandera. Nosotros los de Cassette, por suerte, podemos ver un poco más hacia el fondo. Por que hay partes que quedan al medio de manera indiscutible. ¿y que pasa con algunos de los colores que podemos ver en la obra escrita de Dick, que alinean su música con sus fundamentos y palabras? Son como pruebas de que este artista, que de lejos parece multiple, dentro es uno solo, jugando a las preguntas y respuestas con el mundo, con la realidad. Aquí va una nueva escena de esa obra: Hotel Couteau Suisse Cassette: ¿De que trata este hotel de construcción filosa? Dick Verdult: Por el momento, en esta casa de juguete, esta casa que a la vez es un terreno de educación, para que niñas aprendan a ser felices entre las paredes y los hombres bien machos y esclavos ahorren con el sudor que alquilan. Los colores son alegres, las tramas hogareñas bien fijadas entre ladrillo y flor. Cada cuarto un cuchillo, una manera de hacer que la gente se quede a distancia, una manera de protegerte contra un demasiado de abuso. Cassette: La puñalada, con su intensidad, ¿es el camino para abrir nuevas miradas? ¿O el filo como amenaza, como posible shock, ya resulta suficiente? Dick Verdult: A los Argentinos les encantaba, les encantó, les encanta y encantará la muerte por cuchillo, si juzgó Borges. El hombre de la esquina rosada. Yo odio el cuchillo, me parece una uña falsa. El sable, un sablazo, bueno, por lo menos es espectáculo… pero el cuchillo es la vergüenza… el que mata se atreve a acercar, a respirar el aliento y el hedor de su enemigo, pero tampoco le da para quedarse con puños cerrados. El filo de la navaja, para cortar un pescado y destriparlo, adelante. Mas creo que alguien que afila cuchillo no puede pensar en solo defensa. Cassette: ¿Estos edificios forman la caricatura de una idea que duele? Dick Verdult: Los suecos y sus películas de Bergman, esa miseria de malestares con calefacción que funciona, ellos no necesitan de este edificio. Están en uno que es más frío, con paredes blancas y facas de inoxidable. Este edificio es más Perú, más indígena, más una sociedad con el placer de colores pero con la construcción social rota. Gente que no se puede permitir Disneylandia, soñar de Miami (como si fuera sueño). Por eso, el cuchillo en la barra del medio se llama “Tu Waldisney”.

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