Santiago Guerrero-El medio del mar (por Andrés Oddone – name your price)

Por otro lado, y logicamente todo esto que dije antes también está relacionado con esto, está su experiencia como parte del grupo Tomates Asesinos, uno de esos en los que la experimentación honesta y extrema lleva el mando, con resultados maravillosos y diferentes en cada uno de sus discos. Para hacerla corta: esta es una de las bandas favoritas de los de la crew de Cassette de toda la esfera indie Argentina. Y eso es por que nunca se han conformado con una línea, siempre apostaron a renovarse y brillar en el encuentro, al punto que lo único visible como punto de continuidad en la carrera de este grupo es su propia personalidad, una que destaca entre miles, compuesta de pop, electrónica extraña, retazos rítmicos y melódicos que llegan de el folclore argentino, pulsiones kraut rock y libertad… eso más que seguro, mucha libertad. Les súper recomiendo que bajen sus discos desde la siguiente dirección: http://www.tomatesasesinos.com.ar
Pero este es un disco solista, así que lógicamente también es como un reflejo de las pasiones / amores propios de Santiago, y por eso entre estas notan flotan aires al pop lisérgico de Gustavo Cerati, dejos de la oscuridad sensual de los Depeche Mode, momentos que juguetean con la electrónica leve que también desarrolló Cerati pero junto a Melero en el eterno “Colores santos”, algunos giros spinetteanos, arreglos acertados que vienen de la veta de artistas excelsos como David Sylvian o los King Crimson y una nostálgia que envuelve a todas las canciones que recuerda a los varios grandes de la dimensión songwriter del género.
“El medio del mar” cuenta algo que de tan interior se multiplica hasta contar algo que todos vivimos, que es de todos.
Un bello disco de un amigo muy querido que crece con cada paso.
Este es el texto que acompaña a la edición: “El medio del mar no es un naufragio. Es la potencia detrás del anhelo por llegar a la otra costa, enfrentando la fatalidad o el éxito, por amor, por locura, o por ambas cosas. El medio del mar es ya estar muy lejos para volver atrás. Es un acto de fe, es ese estado de gracia que manda desde el subconsciente y nos impulsa a buscar la luz en el mundo. Un estado surreal de inocencia y alegría, que a veces se parece a la angustia…”