Lulacruza-Orcas Remixed Vol 2 y 3 (por Andrés Oddone – name your price)
Lulacruza se ha vuelto uno de los referentes de una movida que en Argentina está dando mucho que decir, la de la folktronica que toma directo de la fuente de lo terruno.Con Chancha Vía Circuito como abre caminos, esta escena está llegando claro y fuerte al mundo, también gracias a eco de artistas similares en el continente americano, como Nicola Cruz.
La cuestión es que casi sin querer (¡y por suerte!) se ha configurado una gran línea musical que toma elementos de distintos ámbitos de la música electrónica de diferentes tiempos para potenciar y actualizar géneros musicales originarios latinoamericanos, pero haciendo especial acento sobre esos que conectan con lo profundo del espíritu, pingponeando entre lo místico y lo espacial, lo introspectivo y lo natural.
Dentro de este marco Lulacruza es un proyecto de lo más especial, porque su selección de elementos de tan refinada se hace casi imposible de definir. Por esas cadencias y los vuelos que de a momentos nos hacen pensar en cantos de montaña. Por esos arreglos que podrían ser destellos vocales de lo andino. Por eso nostalgia tonal que suena como respuesta al viento, al dolor del caminar en el mundo.
Pero eso que se identifica como un gen folklórico toma un modo muy distinto gracias a la voz de Alejandra Ortiz que podría pertenecer al mundo del pop más etéreo a lo Cocteau Twins, y eso va todavía más allá gracias a los toques electrónicos que podrían ser del IDM o de la indietronica más sentimental.
Eso tan sutil de los tracks contenidos en “Orcas”, el último álbum de Lulacruza, encuentra caminos disimiles y heterogeneos en las manos de diversos artistas de la misma camada folktronica en “Orcas Remixed Vol 2” y “Orcas Remixed Vol 3”. La escena muestra toda su calidad y diversidad en estas versiones realizadas por Chancha Via Circuito, David Last, King Coya, MI, Desert Dwellers, San Ignacio, Brian Mayhall y El Remolón.
Cada uno a su manera da a los tracks de “Orcas” nuevos colores y sensaciones, pero siempre manteniendo cierto ritmo ritual que propicia el estado contemplativo. Y como quien no quiere la cosa, te hacen pensar en lo bello del pasado, hacen foco sobre e poder de nuestros orígenes (por Andrés Oddone)
