La Nada Aparente-La Nada Aparente (por Ricardo Cabral – Espacio Invisible – name your price)

El ex Chiquero Ramiro Gutiérrez y Leticia Ciccone son la nada aparente, dúo folclórico del sur del Gran Buenos Aires que actualiza el cancionero contemporáneo, con el aporte inconmensurable de los poetas Juan Carlos Bustriazo Ortiz y Jorge Leónidas Escudero.

la nada aparente -así, con minúsculas-, es el proyecto folclórico que detentan los argentinos Ramiro Gutiérrez en guitarra y Leticia Ciccone en contrabajo. Ambos cantan y Ramiro esgrime sus versos y toma a préstamo otros de carácter mayúsculo: los del poeta pampeano Bustriazo Ortiz y del poeta minero del noroeste Jorge Leónidas Escudero. Dos haces de luz que el canon demoró en reconocer y hoy resuenan a lo largo y ancho de América del Sur.
“Canta la elocuencia / elévate / que disfrutes del amor”, despliega el dúo en “Al fin”, pieza de apertura, arenga coral y valsecito que refleja un voto por la esperanza y por los que creen que otro mundo es posible. Si vamos en busca del link, hay un disco con guitarras peladas y espíritu despojado llamado “Grabaciones Orilleras Vol 1”, del colectivo de artistas rosarino Planeta X. Ahí se escuchan los bichos del Paraná, ese gran río que podemos sentir correr cristalino en la poesía de Juan L. Ortiz.
Le sigue la maravilla “Unca Bermeja”, del pampeano J. C. Bustriazo Ortiz, poeta al que se le atribuye la invención de un léxico propio y del que se espera todavía la publicación de gran parte de su obra inédita. Palabras difíciles que son recogidas a tempo en una mixtura de recitado y canción. A la par, para no desentonar, “Lágrimas ocultas de tu viaje” la poesía de J. L. Escudero corre al trote a punto de quebrarse en la frágil voz de Leticia: “Volamos como dos mariposas unidas por un hilo / uno en el otro / y el susurro de nuestros nombres / impregna el aire / de modo que te vas pero quedándote”.
El cuarto tema es “Tambaleo”, spoken word que genera expectativa. Una pieza cruda, con pocos elementos, con percusiones, viola y contrabajo. Poema largo donde las cuerdas se rompen en la disonancia y estalla “oculto se dice lo que no se nombra”.
El cierre es milonguero, ríspido, celoso, melancólico, y reafirma la vocación de Ramiro Gutiérrez como trovador, juglar o payador, que trae bajo el poncho versos filosos perdidos en el atardecer.
El EP fue grabado, mezclado y masterizado en el estudio de Jerónimo Escajal, autor de las gemas electrónicas “Ora” y “Forma lenta”, ambas nominadas a los Premios Gardel y publicadas por Casa del Puente Discos.
Cabe destacar que Gutiérrez cuenta con un pasado de riesgo al que conviene mirar: fue parte de Chiquero, ruda banda de los albores del Nuevo Rock Argentino de principio de los noventas. Ahí reportaban entre otros Ray Fajardo (batería de El Otro Yo), Pablo Krantz y Matu Naso en guitarras (más acá conocido por el alias BK en Casa del Puente). En la plataforma copyleft Espacio Invisible está la versión digitalizada del cassette del grupo, No hay frontera que separe la frontera y también el disco de Siempre! Que nadie duerma, álbum solista de Ramiro de 2011. Canciones que si tuvieran algún pariente cercano serían sus contemporáneos cursi y melancólico y el Compañero Asma.
Y una más para que no quede tapada: también está la música original del documental Mujeres con pelotas de Gentile y Balanovsky, que relata la lucha de las mujeres para jugar al fútbol en la Argentina y un track de arenga a ritmo de bombo y shynthes, con Carolina Restuccia agitando en la canción “Se van”. Pasen y escuchen, es gratis y es música que nutre el alma.
El arte de portada es una pintura de Matías Perego (por Ricardo Cabral)

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