Trópico del Cancer-Se vino del cielo (por Pablo Villierezz – name your price)
Esta colección de cinco canciones propone un verdadero viaje personal hacia el cosmos interno e infinito, un tapiz de imágenes subconscientes que iluminan ese espacio entre el despertar y el sueño, entre lo sublime y lo imaginario.
El álbum debut del nuevo proyecto de Juan Pino, llamado Trópico del Cancer, titulado “Se Vino del Cielo”, es una colección de cinco bellas canciones minimalistas y poéticas que hacen referencia a la magia de los sueños, y representan para el autor los eventos más significativos de sus últimos seis años de vida.
La obra abre con la hermosa composición, titulada “Caderas de Oro”, la cual está repleta de una gran variedad de instrumentos que el artista ha coleccionad durante sus viajes por Centro y Sudamérica. Aquí, los sonidos orgánicos y electrónicos se fusionan para crear un ambiente sonoro que resulta dulce y mágico, con cierto sabor a los Andes, pero con referencias globales. El contraste entre las texturas brillantes de kalimba con los bajos profundos y sintéticos de esta pieza delinea de forma futurista el ritmo en tresillos, típico del folclor latino de montaña.
La poesía naturista de Pino luce dentro de una atmósfera creada por percusiones melódicas, tratadas electrónicamente con un reverb espacioso, creando un ambiente sagrado y meditativo, en “El Caballo de mis Sueños”. Esta atmósfera flotante evoluciona y se acelera hasta dar lugar a un espacio de inframundo, donde la voz de Juan resuena como un llamado desde los astros, que me recuerda a Jorge Reyes, o incluso a Pink Floyd en “Welcome to the Machine”, pero con un sabor contemporáneo e atemporal.
“Se Vienen Bailando” es una pieza ligera que invita a soltarse por las nubes a flotar. Pino aquí presenta un dinamismo envidiable, al continuar con su exploración de tresillos electrónicos, a veces haciendo referencia a lo africano, otras incluso a los huapangos que yo recuerdo de mi infancia. La instrumentación de esta pieza demuestra gran atención al detalle y excelente técnica de productor / compositor, con melodías intrincadamente entrelazadas, reflejando patrones de ritmo y colocadas con generoso espacio, invitando asi a la imaginación.
El ambiente de experimentación continua su desarrollo con “Este Pecho”, pieza atmosférica basada en texturas creadas con marimbas, que permiten que la voz de Pino se agregue infinitamente hasta llenar todo el espacio con su poesía. Este es un track ritualista que inunda los sentidos, como si se estuviera en un temazcal, donde fragmentos de sueños y memorias se unen con las percusiones melódicas, para llevarlo a uno a otro plano, imaginario y espiritual.
La última pieza, “Se Vino del Cielo”, hace referencia al nacimiento de la hija del artista. La melodía del dulcimer introduce una nueva identidad global, que nos transporta a un espacio imaginario entre la India y Ecuador vía Copenhagen, donde reside Pino. Las texturas creadas por el reverb y otros efectos de modulación resultan hipnóticas, pintando un cuadro etéreo como un amanecer entre neblina, una tarde al pie de una cascada, un momento interminable observando a tu recién nacido dormir ente tus brazos (por Pablo Villierezz aka Panther Panther)
