Panther Panther!-Máquinas Negras EP (por Andrés Oddone – El Flying Monkey Recs – entrevista exclusiva y track free DL!)

Presentamos el último EP de Panther Panther! con una extensa y riquísima entrevista, en la que nos cuenta un mar de visiones personales, lo que lo motiva y hace vivir.

Ya en otras oportunidades les hemos hablado de Pablo Villierezz aka Panther Panther!, artista con raíz Mexicana pero con los pies bien puestos en la realidad de UK.
Su obra para nosotros estuvo siempre relacionada con la fusión entre músicas del mundo y la nueva electrónica para pista de baile, pero usualmente en tono relajado, en un juego interesante que mezcla sensualidad, actualidad sonora y cuelgue espiritual. Ese camino transitaron varias de sus publicaciones anteriores, como seguramente podrán percibir en “Islas”, álbum con piezas cargadas de una emotividad bella como “I dreamt all night” o “Sweet lament”; o “Midnight Ritual”, EP en el que supo mezclar el night beat housero con sonidos que sacan a pasear la cabeza por todo el globo.
Con “Máquinas Negras”, su nueva publicación realizada por medio de El Flying Monkey Records, suma una capa más en su librería de colores, poniendo el foco de atención en los ritmos de origen africano.
“Horn” camina por la vertiginosa cornisa del kuduro (o algo similar?), pero en un modo “realentado” que lo acerca más al african house. Como se imaginarán, en esta pieza, así como en las siguientes en el EP, las percusiones ocupan un espacio central.
“Lento” propone un viaje lento e indefinible en canoa por un rio oscuro, de esos que dan miedo porque seguramente contienen sumergidos en su barriga animales furiosos que están al acecho. El ambiente del track es oscuro sin dejar de resultar sensual; y el ritmo, por más que está más esclavizado al tirano 4×4, recuerda al zouk bass.
Con “Torre” se vuelve a lucir cierto carácter synth que ya es marca personal en la obra de Panther Panther!, con un groove que levita en el bajo, en el que las percusiones funcionan cual detalles que dan color al zigzagueo sonoro, para a la mitad explotar en un rico bubble bass.
Por último, para cerrar “Máquinas Negras”, tenemos a “Buscando”, track que brilla en la paleta de la cumbia digital, con un arpegio acido que te transporta al terreno del retro futurismo, y desde el medio parte el tiempo en dos para regresar la pieza a donde todo comenzó, nuevamente a una velocidad acelerada que nos recuerda al kuduro.
Para saber un poco más sobre este nuevo trabajo, y en general sobre la carrera de Panther Panther!, le hicimos la siguiente entrevista.
También les compartimos el EP completo y el track “Horn” para que lo descarguen desde el Soundcloud de El Flying Monkey (por Andrés Oddone)
Cassette Blog: En “Máquinas Negras” se perciben diferencias considerables acerca de lo que fueron tus publicaciones anteriores, especialmente en “Horn” y “Torre”, que contienen Gen africano ¿cómo fue que eso pasó?
Phanter Phanter!: “MN” es un EP muy diferente a los anteriores sin duda. La inspiración llegó de un lugar muy distinto, estaba en el festival de Glastonbury en 2017 y me encontré con el espectáculo de Arcadia, una araña robótica gigante inventada y construida por una compañía de circo basada en Bristol (Arcadia Spectacular). En la panza de la araña hay una cabina para DJs, y ese fin de semana iba a tocar Goldie y otros grandes de la escena del Drum n Bass. Yo tuve la oportunidad ese año de tocar en el legendario escenario de The Glade, y en las noches antes de mi tocada me la pasé bailando en ese escenario cyberpunk arácnido. En una de esas tocó Noisia, un grupo britanico de neuro-funk y drum n bass a los que nunca había escuchado antes.
Me impresionaron mucho las ideas musicales que presentaban, la programación de síntesis, la energía de la música que intentaba proponer algo más allá del drum n bass, y sobre todo esa tendencia hacia los ritmos que ellos llaman “wonky”, así como algo medio chueco, como un ritmo que traquetea medio descompuesto pero infeccioso. Entre los bajos y sonidos futuristas comencé a imaginarme ritmos de cumbia, kuduro, dembow, y me la pasé los siguientes seis meses escuchando Noisia Radio para estudiar más el estilo. Al mismo, tiempo estuve escuchando el álbum debut de Baja Frequencia, “Catzilla”, la forma en que cambian al ritmo doble subiendo el tempo hasta 200 BPM a veces, y otros tracks con influencia Afrobeat de Uproot Andy y Branko.
También el trabajo que había estado haciendo en Barrio Afrika para el festival Shambala, haciendo proyecciones y diseño del escenario, influyó, porque mucha de la música que se escucha ahí es de origen africano, muy popular en los festivales del UK. Hablo de bandas como KOG and the Zongo Brigade, Flamingods, Congo All-Stars o Mankala. Hacia un par de años había comenzado un EP que nunca terminé, con esa vibra afro-futurista electrónica, y creo que “Maquinas Negras” fue un desarrollo natural de todo esto, jugando con cambios de tempo en un track, mezclando ritmos globales, y sobretodo dando atención particular a la creación de sonidos sintetizados. La mayoría de los sonidos de bajo y de melodías fueron hechos con maquinas negras, analógicas o híbridas digitales que comencé a coleccionar para crear un performance electrónico sin usar computadora.
En fin, fue un sueño de una utopía tecnológica con tonos oscuros a la Black Mirror. Pero creo que el “espíritu” del EP llego más bien por cuestiones familiares. Mi hijo estuvo muy enfermo durante el periodo de composición de este disco, y creo que muchas de las emociones difíciles en esa época las canalicé en la producción, imaginándolo como un cyborg indestructible haciendo batallas cósmicas.
Existe una secuela de este disco que nunca se publicó. Solo uno de los tracks salió con Stay Tropical recientemente, “Struggle Gets You Going”, que se traduce como “La lucha es lo que te mantiene andando”. Quien sabe que le pasará a los demás tracks.
CB: En distintas producciones de Panther Panther! notamos una mezcla entre lo rítmico latinoamericano y elementos del house, como vocales del garage y pads del deep. Si tuvieras que enumerar los ingredientes estilísticos y sonoros de lo tuyo, cuales te parece que serían?
PP: Yo creo que lo que más me ha inspirado de las escenas cumbia digital y tropical bass, es una re-imaginación de lo que es ser Latinx en el Siglo 21. Para mí la relación entre tradición y tecnología es lo que le ha dado voz a una identidad distinta con la que me puedo identificar con orgullo. Ser inmigrante en un país muy xenofóbico no ha sido fácil. Durante mis primeros años aquí escuche mucho de los estereotipos racistas que se tiene de los latinos, y principalmente de los mexicanos. Muchas veces la gente comenta sin intención de agredir, ilustrando lo profundo que se encuentran estos puntos de vista: que si somos todos traficantes de drogas, ignorantes, machistas, borrachos, que si todos usamos sombreros, o que si todos somos holgazanes, sin educación o sabiduría, solo buenos para hacer el aseo para ricos, viajando en burro, ineptos en nuestra soberanía, etc. Muchos de estos puntos de vista son debidos a la forma en que los Latinxs son caracterizados en los medios masivos de comunicación, aunque poco a poco esto va cambiando, gracias al trabajo de artistas Latinxs en Estados Unidos. Sin embargo ¿cuantos astronautas / científicos / técnicos / ingenieros Mexicanos existen en los programas y películas provenientes de Estados Unidos o Europa? Una gran intención detrás de mi música es el proponer una nueva identidad latino-futurista.
Pero también acepto que debido a que salí del país muy joven (a los 9 años, regresando a los 13, y partiendo de nuevo y finalmente a los 17), mi relación con la cultura latina es distinta a que si me hubiera quedado a vivir en México. Simplemente, no tengo el amplio conocimiento cultural necesario para utilizar samples de música tropical, como hacen Tribilin Sound y muchos otros. Mi uso de ritmos latinos viene de memorias y sueños medio imaginados, recuerdos de viajes en las micros del DF, aquellas fiestas familiares donde todo el mundo se emborrachaba y cambiaban a los Beatles por los Ángeles Azules, escuchando Siembra atrapado en el trafico de las 6 de la tarde en el Circuito Interior, o bailando al son de La Negra Tomasa en algún concierto de los Caifanes, disfrutando a los mariachis en restaurantes familiares y los grupos de marimbas o boleros en plazas, parques y en casa de la abuela.
Por eso me gusta el concepto que promueve Riobamba de “ni de aquí ni de allá” como etiqueta merecedora de orgullo y poder, es un concepto que se encuentra en mucha literatura post-colonial, tanto académica como popular, y me interesa mucho promover eso en la música.
Para mí la cumbia digital y el tropical bass tienen el poder de ser lenguajes post-coloniales a través de sus características estilísticas, y es este concepto el que más he intentado desarrollar con mi sonido, ese balance entre tradición y tecnología. El brasileño Oswald de Andrade creó el “Manifesto Antropófago” como una llamada de resistencia post-colonial, el consumir y asimilar todo lo que se encuentra en la cultura global para crear nuevas formas de describir y desarrollar la cultura local, sin perder de vista de dónde venimos, quienes somos y en quienes nos vamos convirtiendo, dejando de buscar el ser europeos o norteamericanos solo porque así lo dicta el progreso capitalista.
En mi música intento crear un universo futurista, utópico, tecnológico que nace de la fusión de todas mis experiencias. Burial una vez describió su música como el andar a casa después del club, en la noche y con lluvia, los sonidos del club flotando en la memoria. Mi música es como el soundtrack de un lugar imaginario entre México e Inglaterra, tal vez una isla que flota en el espacio donde la lluvia Bristoleña se evapora con el calor Acapulqueño.
Se me hace interesante que mi música suene a house porque en realidad no escucho mucho ese género, pero también se me hace imposible de escapar de eso, ya que mucha de la influencia electrónica que llevo en la mente proviene del disco “Homework” de Daft Punk, el cual me ha obsesionado desde los 16 años de edad. De ellos viene mi amor por los arpegiadores y el sonido de los sintetizadores en crudo. También intento incluir técnicas electroacústicas en mis canciones, diseño de sonido, micro tonos rítmicos, texturas de síntesis granular, aspectos que provienen del mundo académico experimental pero que comienzan a aparecer en producciones de dubstep, grime y neuro-funk.
CB: ¿Que música escuchas en tu casa? ¿Cuáles fueron los discos y artistas que sirvieron y sirven como inspiración a tu sonido?
PP: Pues el ser padre de una hija de 5 y un varón de 3 significa que hoy en día todo lo que se escucha es “Frozen”, “Moana”, y de vez en cuando el soundtrack de “Little Foot y Trolls!”. Pero desde bebes he intentado introducirlos a todo tipo de música también, en especial música instrumental electrónica de todo tipo, con énfasis en las frecuencias bajas, pero también escuchamos mucho Bob Marley, Miles Davies, y los clásicos de antes como Mano Negra, Pearl Jam, RHCP, Silvio Rodriguez y hasta Debussy o Bach. Los niños siempre son mi “test audience” cuando estoy escribiendo música, y de su reacción decido si va bien la composición o no. No siempre les digo que es mi música; si ellos bailan, otros más bailarán por ahí, según yo.
Mi viaje como Panther Panther! está muy ligado al nacimiento de mis niños. En mi primer año usando este nombre (2014) nació mi hija, y durante sus primeros seis meses de vida siempre la cuide de 6 -12 am. Para dormirla, la arrullaba con “Rio Arriba” de Chancha Via Circuito. Yo creo que escuché ese disco más de cien veces, y fue mi primera lección a profundidad sobre el estilo. Durante ese tiempo escribí “Acapulco Space Station”.
También por esas fechas escuchaba mucho a Pantha du Prince “Black Noise”, Bonobo “The North Borders”, Alva Noto y Ryuichi Sakamoto “Insen”, Tune-Yards “WHOKILL”, y una recopilación de Kraut Rock que me gusta mucho de Soul Jazz Records llamada “Deutsche Elektronische Musik”. Creo que ese estilo minimalista de PdP, Alva Noto y Bonobo se ha mantenido en mis producciones, con esa tendencia Kraut hacia el sonido retro psicodélica que me gusta incluir a través de los arpegiadores y sintetizadores analógicos, junto con la actitud medio punk y sensible al estilo Tune Yards, aunque tal vez menos.
También llevaba tiempo escuchando una recopilación de nueva cumbia llamada “Arriba la Cumbia!” de Crammed Discs Records, con unos tracks geniales de Up, Bustle and Out, Calle 13, e incluso Bassment Jaxx, los Volúmenes 2 & 3 de ZZK, “Guns Don’t Kill People… Lasers Do” de Major Lazer, y las recopilaciones de Funk Mundial de Man Recordings. Todo esto creo que influyo mucho en el desarrollo de mi primer disco como Panther Panther! y se mantienen como la base de mi sonido.
Por esas fechas comencé a hacer de DJ en fiestas de amigos, algo que nunca había hecho antes, pero que veía como algo necesario para introducir esta escena a Bristol. En verdad solo había escuchado dos DJs que tocaban una o dos rolas que me gustaban, Ru Robinson en Bristol y Cal Jader en Londres. Me percaté de lo importante que era promover esta nueva música, principalmente porque la escena aquí era casi inexistente, y quería ayudar a crear un contexto para mi propia música en este país. Mis hábitos como oyente cambiaron mucho, ahora en vez de álbumes completos escucho sencillos o tracks que encuentro por SoundCloud y Spotify.
Así fue como me encontré con Tribilin Sound, mi máximo héroe en todo esto. Rara vez hago un set sin incluir alguno de sus tracks. Es un artista muy prolífico, y sobre todo humilde, que comparte una cantidad brutal de música con todo el mundo, y además gratis. Así conocí también a Uproot Andy, Dengue Dengue Dengue, Captain Planet, Sumo Hair, Tropikore, Sidirum, Oscilador Bass y a todos los demás.
CB: ¿Qué opinas de la apropiación que hacen nuevos creadores sobre rítmicas, estilos y conceptos folclóricos de diversos países? ¿En qué punto te parece que la inspiración deja de serlo, para pasar a ser robo? ¿O el robo en lo cultural te parece que no existe?
PP: Esta es una pregunta muy interesante y difícil de responder. Yo creo que la apropiación cultural es algo serio, principalmente cuando se usa en contextos racistas y de opresión. Por ejemplo, muchos británicos se visten de “Mexicanos” en Halloween o en Festivales, y la verdad se me hace muy ofensivo. Por ejemplo, una vez me contrataron para hacer un set después de una banda de “mariachi”. La banda era un grupo de chicos ingleses vestidos con sombreros “mexicanos”, bigotes falsos y ropa tipo campesina. La música que tocaban no era mariachi para nada, sino rock mal tocado que cantaban con supuesto acento mexicano. No solo es esto una falsa interpretación de la cultura mariachi, pero al actuar como estúpidos en el escenario (porque ese era su estilo de humor) y con su burla al acento mexicano en ingles, fortalecen el estereotipo del que hablaba antes, de una forma “Trumpista” de ver a los latinos que nos encasilla en la imagen de Speedy Gonzales por siempre y para siempre.
En la música es diferente, y para juzgar bien que es apropiación y que es colaboración, es necesario ver qué le pasa al dinero. Por ejemplo, a Diplo se le critico mucho la forma en que copio a Dieze Tigrona la base para el track “Bucky Done Gun” de MIA, principalmente porque no dio crédito a la idea original, y porque no le pasó nada de dinero. Sin embargo, esta rola ayudo enormemente a las reputaciones de Diplo, MIA y del baile funk en general. Sin esta intervención poco moral (y sin el trabajo de Daniel Haaksman), el baile funk tal vez no hubiera sido reconocido globalmente, pero eso no significa que la relación de poder o económica haya sido balanceada.
De la misma forma pienso en como yo escribo música y me pregunto ¿que tanto derecho tengo yo a escribir música tropical si mi conocimiento de los clásicos es tan limitado?. Y sin embargo, mi experiencia y la forma en que participo en el género es genuina y honesta. Nunca pretendo ser lo que no soy, entonces ¿me da esto credibilidad suficiente?
Los músicos han intercambiado ideas y fusionado estilos desde el principio de la historia de la música, pero lo que es diferente desde hace tal vez 500 años y con el avance del capitalismo, es que todo tiene un valor monetario que nubla estos intercambios. Mucho valor se le da al “sonido” de un artista, a su reputación, y esto viene de ventas o que tanto conozca la gente tu música, lo cual va ligado a ventas y comercialización. Y al ser esto lo más importante, se le presta poca atención a como se desarrolló el sonido en cuestión, aunque éste después se presente como sonido original, como en el caso de “Graceland” de Paul Simon. Los músicos africanos con los que colaboró y de los cuales aprendió el estilo no son acreditados como compositores, por ejemplo, entonces las regalías se quedan con Warner Bros.
Me gusta la frase de Gogol Bordello “love locally, fuck globally” en combinación con las ideas del “Manifesto Antropófago”, hay que consumir y devorar para crear mundos nuevos, pero en lo que cabe hay que dar crédito, y sobre todo compartir las ganancias con tu comunidad.
CB: Por favor, danos la lista de los 10 artistas actuales que te parece que la gente no se debe perder.
PP: Recientemente he estado escuchando mucho al label de Stay Tropical, liderado por Maya “Vermilion Bird”, y los mixes de Riobamba. Llevo como un año obsesionado con su música, ya que gracias a ellas he descubierto mucha música y estilos que no conocía antes, como reggaeton (lo sé, llegue tarde a la fiesta), Jersey club, global club y dembow. Ambas tienen producciones impresionantes, pero el estilo de Maya sobretodo me gusta mucho y ha influido enormemente en la creación de mis próximos EPs, “Digital Dreams”, que acaba de salir por Folcore, y “Sueños Roboticos” que saldrá por Tropical Twista Records en Junio. A través de ellas conocí a Gergo Feitser, una mitad de Dead Stare, Washiwasha que tiene producciones geniales, El Cholo Astral quien hace unas cumbias futuristas muy divertidas, DJ Scuff y Rainey los cuales han creado unos tracks “crudos” y sencillos pero poderosos con “Chiki Sha” y “Tiralo” respectivamente, Max Gallo, LUNY, Banginclude, RedKen Panda quien hizo una versión Zouk buenísima del clásico de Munchi “Sandungueo”, etc. Hay mas música que oídos en estos tiempos.
Pero bueno, nunca los he visto tocar como DJs o en vivo, pero estos son los que mantienen una calidad consistente en el estilo de lo que hacen. Por ahora es lo que escucho y me fascina, pero tal vez esto cambie en un año, es la naturaleza de la nueva cultura musical. La recopilación de Folcore “X, Y, Z” también saco a muchos artistas a lucir, entre ellos algunos que no conocía y que me encantaron, entre los que están Lucas Lead, Animales de Costumbres, Poupa Honk y Castora Herz.
CB: La gran mayoría de los artistas dedicados al organic house / foktronica se plantan desde cierta perspectiva mística / de búsqueda interior ¿qué piensas de esto? ¿Te parece que pueden convivir de manera verdadera lo ritual profundo con el baile en un club? Y si es así ¿cómo te parece que esos extremos se conectan?
PP: Esto es algo que he notado también y que me pareció algo muy especial del álbum “Rio Arriba”, que ya mencionábamos antes. La música de ese disco captura de una forma muy especial un espacio liminal entre el día y noche, lo físico y el espíritu, lo contemporáneo y lo ancestral, la tecnología y la tradición. Yo creo que ya desde principios del siglo pasado han habido elementos de la cultura popular que buscan esa conexión con lo espiritual, porque las instituciones que antes proveían eso de manera religiosa han ido perdiendo popularidad y credibilidad, lo cual continúa globalmente, y que las culturas indígenas hasta cierto punto proveen de forma alternativa.
En Inglaterra, por ejemplo, la mayoría de la gente ya no va a la iglesia, y estos edificios vacíos se han ido convirtiendo en restaurantes, o incluso espacios para eventos musicales. También aquí hay muchas personas que organizan viajes de peyote o ayahuasca con diferentes niveles de charlatanería u honestidad, y que puedo decir de los miles de viajes a la india o a México en busca de chamanes y el “encontrarse”. Esto es parte de una “erotización” que siempre ha existido entre colonizadores y colonizados, algo que queda desde esos tiempos, que se puede ver en otros aspectos de la cultura global. Sin embargo, no creo que toda la música que se haga con estos sonidos sea de esta índole. Creo que hay cierta honestidad en todo.
Pero principalmente hablando de la música que se ha derivado de la cumbia digital y de la investigación de raíces culturales y musicales, yo creo que tiene sentido. Productores que viajan por el continente y encuentran algo genuino que los conecta a un pasado que hasta ahorita habían ignorado, o inmigrantes como yo que buscan conectar con un pasado que esta fuera de alcance, o extranjeros desilusionados con la espiritualidad en su cultura que encuentran algo en internet o durante sus viajes escapando el invierno ¿Cómo juzga uno cuál de estas cosas tiene superioridad moral o legitimidad? Yo creo que es imposible, pero sí creo que son síntomas del tiempo en que vivimos, es algo completamente humano.
Hay varios escritores que hablan de esto con respecto a la cultura del rave en los 90s con el éxtasis, o en los 60s con el Summer of Love y el LSD. Recientemente me encontré el libro “Rave Culture and Religion” de la respetada editorial académica Routledge, que no he leído, pero que trata mucho de estos temas, por ejemplo. Yo creo que seguimos en el mismo viaje y que en la pista de baile se encuentra uno desnudo y unido a todos los demás, metafóricamente. Existirán pretensiones y todo lo demás, pero al fin y al cabo la pista de baile ecualiza a todos mediante un ritual sonoro que se comparte en comunión, y que para muchos se ha convertido en una nueva experiencia espiritual.
Para mí, las experiencias espirituales más profundas me han ocurrido en la pista de baile o en el escenario, y todo gracias a las bajas frecuencias, es simplemente la forma en la que conecto con esa parte de mí. Pero todo esto es muy personal, por eso no me interesa el dogma, cada quien tiene su propia forma de conectarse a algo más grande que uno, sin importar que nombre se le dé. Por ejemplo, a mi esposa le funciona el cantar y la meditación. A mí el bajo y el club.
Sin embrago, toda escena se carga de ciertos símbolos que pueden ser usados hasta el cansancio. Para mí, la espiritualidad no tiene que ver con símbolos o con el ser solemne, igual entra en la espiritualidad el sexo y el humor, lo cual creo que le hace falta al movimiento organic house / folktrónica.
CB: Cuéntanos la situación más insólita que te haya tocado vivir tocando en un lugar.
PP: Tengo dos experiencias que me ocurrieron con una banda antes de mi reencarnación como Panther Panther! Tocaba bajo en una banda llamada Django Spears con la cual hacíamos covers de música de los 90s (Britney Spears) al estilo Django Reindhart / Gogol Bordello. Siempre que tocábamos estábamos súper borrachísimos, y esta vez no fue la excepción. Podíamos tocar bien borrachos, o tal vez la audiencia también estaba borracha y nadie notaba nada. El caso es que eran conciertos muy punk, muy locos y chistosos. Yo me quitaba la ropa hasta quedar en un traje de baño tipo Borat mientras cantaba “What is Love” de Hattaway, por ejemplo. En esta ocasión íbamos a ser la última banda del ya difunto festival Big Chill, y estábamos muy emocionados. En el escenario el piso estaba mojado, y al estar brincando me resbalé y caí con la cabeza primero. Perdí el conocimiento, pero según todos, logré terminar el concierto sin realmente “estar ahí”. Muy extraño, porque en verdad no recuerdo nada.
En otra ocasión en Lavapiés, con la misma banda, apenas sobrevivimos una pelea de gangs que entraron con cuchillos al local buscando a alguien, y se armo una pelea de botellas y vidrios volando por todos lados. Nosotros estábamos en el escenario y nos escondimos detrás de nuestros instrumentos, listos para usar las guitarras como armas si se daba la necesidad. Por suerte no pasó nada ¡a pesar de que la poli nunca llego!
Pero hoy en día con Panther Panther! es todo muy tranquilo, puro baile y perreo, como debería de ser.
CB: Por favor, cuéntanos un poco como fue el proceso de creación de “Máquinas Negras”, que instrumentos utilizas, como es un día de composición en la vida de Panther Panther!
PP: Mas o menos he seguido el mismo proceso en mis últimos tres EPs. Cuando comencé a explorar sonidos para “MN” estaba explorando una combinación de hardware para crear un set en vivo sin laptop. Han salido durante los últimos diez años varios sintetizadores analógicos y digitales a precios bastante accesibles para los salarios de aquí, y que he ido coleccionando. Además, las tiendas llevan buenos sistemas de crédito, que aunque en general el crédito me da terror, a los que le he entrado es porque no cobran intereses, simplemente se divide el pago de las maquinas por varios meses. En fin, explico esto antes de todo porque si me da cierta vergüenza el que esta tecnología no sea tan accesible como la tecnología digital. Sin duda, esto limitará que la gente componga de esta forma, pero se me ha hecho un experimento muy interesante, sobre todo porque no se todavía si el proceso de usar hardware sea mejor que el de usar laptop, y porque me ha obligado a investigar más acerca de los sistemas MIDI, de los sintetizadores modulares y como programar las maquinas en sí. Pero si es una cultura musical consumidora que a veces es inquietante. Por ejemplo, en “Maquinas Negras” utilicé un Waldorf Rocket, un Roland JU-06, un Roland JX-03, un Moog Minitaur, un Korg Volca FM y un Korg Monologue, aunque de estos ya vendí la mitad de aparatos y he conseguido otros para remplazarlos.
Mi forma de componer siempre es a base de borradores o “sketches”. Para evitar el bloqueo creativo intento hacer el mayor número de sketches posibles en un mes, o con tiempo bien definido, que no sea muy extenso. Siempre compongo usando Ableton porque la “Session View” se me hace ideal para probar ideas y encontrar un “sonido” creativo que luego desarrollo para cada EP. Trabajo a base de loops, a los cuales voy sumando mas y mas capas de loops (layers). Estas capas pueden ser ritmos o melodías, en general cosas sencillas que después puedo desarrollar con más detalle cuando comienzo a crear la composición o “arrangement”. Un sketch tendrá entre 5 y 12 “layers” de distintos instrumentos, pero al finalizar el track utilizo entre 20 y 40 layers.
En el caso de “MN”, muchos de los sonidos melódicos y de textura fueron creados por las maquinas negras. Los ritmos fueron creados usando bibliotecas de samples que yo he ido creando a base de grabaciones ambientales o que bajo de servicios como Noiiz. Estos sonidos en forma loop o “one shot” son programados usando Ableton, y es así como voy creando la base rítmica del kick, snare, hi hat y claps, por ejemplo.
Intento hacer un sketch diario, y nunca escucho el resultado hasta haber completado más de veinte. Entonces reviso lo que he ido creando para ver si hay coherencia o alguna idea particular que valga la pena desarrollar. Después seguiré haciendo unos cuantos sketches mas, a veces hasta completar 35/40, y normalmente cuando llego a ese número las ideas comienzan a escasear de originalidad. Entonces vuelvo a escuchar todo y creo tres listas: si / no y tal vez. Normalmente, si caen en “no” y “tal vez”, esas ideas llegaron a su fin, no las vuelvo a usar, aunque hay excepciones. Pero de todas estas pruebas y experimentos suelen quedar entre siete y diez ideas musicales que continúo desarrollando hasta crear un EP o álbum. Normalmente solo se publican 4 o 8 tracks.
En los EPs de “Digital Dreams” y “Sueños Robóticos” compuse la base rítmica y melódica utilizando una maquina llamada Novation Circuit. Me ha gustado mucho usar este aparato porque se le pueden poner pilas y esto lo hace muy portátil. Es pequeño y para nada pesado. No tiene pantalla y todos los botones se usan al azar, esto da lugar a un estilo de composición que resulta muy divertido, y donde los errores se pueden convertir en melodías o ritmos difíciles de encontrar de otra forma. Además, durante el verano utilice mucho esta máquina acampando, después de viajes en bici, en la playa, en el cine antes de la película, en un café, en la calle, etc. lo cual me dio oportunidad de crear ideas musicales más en relación a mi estado físico, sin tener que esperar a estar en el estudio para componer. Esto es un método muy nuevo para mí, y me encanta. Tal vez por eso estas últimas canciones suenan un poco locas. Pero al fin y al cabo, termino haciendo los arreglos en Ableton por ahí de la media noche en mi estudio en casa.
CB: Por favor, detalla un poco sobre el trabajo que están llevando con los eventos Midnight Ritual.
PP: “Midnight Ritual” lo comencé como respuesta a Brexit y el triunfo político de Trump. De toda la impotencia que sentí durante 2016, experimenté la urgencia de crear espacios creativos para celebrar la contribución cultural y laboral de los inmigrantes en este país. La comunidad latina en Bristol es muy pequeña, y nuestra situación aquí es muy diferente a la de los Estado Unidos; sin embargo mucho del vocabulario que comenzó a salir en los medios de comunicación masivo pronto se torno xenofóbico, racista, y dándole mucho espacio a los partidos y opiniones de la derecha extrema.
“Midnight Ritual” ha sido my contribución utópica de resistencia ante todo esto. Durante varios años he estado explorando la forma de contribuir a la resistencia global que lucha en contra del imperialismo, el neoliberalismo, el fascismo y todos los “ismos” tóxicos que de pronto han recuperado su popularidad de forma global. Para mi tiene mucho sentido fomentar espacios donde se puede rozar codos con culturas diferentes de forma creativa, disfrutando de música creada por inmigrantes o personas de otros países, para abrir mentes y vencer miedos.
En “Midnight Ritual” intentamos hacer esto, crear situaciones donde los sentidos son bombardeados por música y visuales, creando un estado donde es más difícil mantener una mente cerrada. Esta estrategia viene de las fiestas y eventos psicodélicos de los 1960s en Europa y Norteamérica, pero también es un reflejo de las fiestas de cumbia digital en Buenos Aires, que desde un comienzo han llevado un aspecto audiovisual y de resistencia.
Esto es algo que he estado investigando de forma académica durante los últimos cinco años, y siento que sucede algo peculiar al estar en un estado de completa inmersión que lo hace a uno más abierto a todo. En “Midnight Ritual” es la música y las buenas vibras de las fiestas las que hacen su efecto de forma sutil, además de dar exposición a músicos latinoamericanos que están de tour por Europa y que nadie hubiera escuchado aquí de otra forma.
Poco a poco “Midnight Ritual” se ha convertido en un punto a considerar en el circuito de tours de Europa para los músicos de la escena. He intentado mantener buenos lazos con movimientos en Londres para coordinar la presencia de artistas como Riobamba, Oscilador Bass, Cris Kai, Scooby Dub, Guacamayo DJs, Sidirum y El Peche. Muchos quieren venir a conocer la cuna del trip hop, y ha sido interesante el crear un evento que mezcla esta historia local con un movimiento cultural global.
Me voy a tomar un descanso después de el último evento que hicimos con Riobamba que fue como el cierre de un ciclo. Necesito planear como hacer crecer el proyecto para poder apoyar a mas artistas que, aunque haya habido muy buena la respuesta e interés por parte del público, las oportunidades que puedo ofrecer han sido limitadas a cinco eventos por año ¡lo cual no es casi nada!

Suscripción a Newsletter

Por favor desactiva tu AdBlock para navegar en K7BLOG