Mr Cellophone-No escuches esto al borde de un precipicio (por Andrés Oddone – free DL!)
El que es de nuestros raperos favoritos de España regresa con un nuevo EP que hace que se te dibuje de punta a punta una sonrisa en la cara.
En mi cabeza España figura desde siempre como un oasis de buen gusto en hip hop. Desde que todo comenzó en Torrejón de Ardoz, se han sucedido innumerable cantidad de oleadas, una más sorprendente que la anterior, cada vez elevando más la apuesta y la calidad, y cada una con detalles puntuales que las han ido diferenciando.
Desde esa prospectiva, si tuviera que nombrar que define hoy al hip hop español, diría que es la soltura, el humor, cierta impronta desestructurada que ya estaba siendo más que necesaria en la escena. Porque en un momento una media dura, a modo de gran titular tipo “deben cumplir cierto nivel de calidad en las letras y el flow”, hizo que la cosa se ponga seria en extremo… que no está mal, pero ello de alguna manera marcó un parámetro moral a lo esto es lo que hay que hacer, sino no es bueno, que produjo que el lenguaje no se diversificara, que quedara encerrado en parámetros demasiado determinados. Porque convengamos que para que las cosas crezcan, tiene que pasar de todo, bueno, malo, más o menos, loco… principalmente loco.
Lo que resulta de la mancuerna entre Mr Cellophone y Dj Koo es eso, una brillante locura sana, vital, cargada de toneladas de risa y desprejuicio.
Al dar play a “No escuches esto al borde de un precipicio”, su nuevo EP, así como a todas sus producciones anteriores, es inevitable pensar en cómo de tan libre su música resulta casi punk, un rómpelo todo y arma las maletas que ya es hora de que el viaje corra sin pensar a donde va, que como mínimo resulta refrescante.
Salvando las distancias, bajo un registro sonoro y compositivo completamente distinto, la actitud de Mr Cellophone funciona en paralelo a la de otros raperos guarros e irrespetuosos de España, como Lasser, Cráneo y Bejo, entre varios otros. O casualidad, todos son músicos que han decidido divertirse, jugar, que ya no se sienten alineados con los del pasado, por más que tienen respeto por los raperos de antes. Y también hay una coincidencia más entre ellos: en general han encontrado como hacer reverdecer lo old school en un audio completamente actual, acorde a estos tiempos de internet y el detalle digital.
Lo de Mr Cellophone se diferencia, primero, en que tiene toneladas de personalidad propia; y también, en que continúa, gracias al trabajo que realiza en sus bases Dj Koo, líneas que llegan directamente del pasado. Hablo de lo producido por artistas como Dj Vadim. La primera vez que escuché lo de Cellophone me llevó directamente a lo del artista de origen ruso en su “The Art Of Listening”. Díganme que ese GEN de delirio no está conectado con el flow desquiciado de los TTC en “L’art D’écouter”
“Flipo como un niño con nunchaku” dice en “Flipo”, y de volada la mente de uno se va para el recuerdo. Con esa fase simple te pone a pensar en cómo cuando niños soñábamos (¡pero soñábamos enserio!) con mover hábilmente esa arma deforme cual grandes maestros de kung fu.
“Todo lo que toco roto, me suda el escroto, que si me pinchan ya ni sangro ni lo noto”, reza en su sermón en “Negro”.
“No escuches esto al borde de un precipicio” va con una propuesta simplísima pero contundente: la alegría es una fuerza renovadora y poderosa. La diversión es un motor energético infinito, a lo grito de Monster Ink.
Lo de Mr Cellophone va por allí, toma fuerza de la irreverencia. Y qué bueno la verdad, porque con un desapego kilométrico que hace bien hace posible que cualquiera de nosotros podamos ser un “Negro negro como Barry White” (por Andrés Oddone)
