Creo que todos los que veíamos la caricatura del Correcaminos, esperábamos ansiosos el momento en que el Coyote lo atrapara. Sabíamos que a pesar de los planes fallidos y los defectuosos productos marca “Acme”, en algún momento la veloz ave iba a caer en los colmillos de su perseguidor. Pero la verdad ¡nunca imaginamos que fuera así! Entre alegría, sorpresa, emoción y vacío están las sensaciones que nos generó este último capítulo.
Se los compartimos para que puedan vivir la experiencia ustedes mismos. ¡Luego nos cuentan!