Continuamos con la serie de entrevistas a Dick Verdult, artista multitasking conocido hace mucho en Holanda, el país donde nació, por su obra plástica, fotográfica, cinéfila y conceptual; pero quizás más referenciado en el mundo por su música como Dick el Demasiado, tirabuzón demente de ideas, uno de los antecedentes indiscutibles de lo que luego resultó en la escena de cumbia digital, electro cumbia y aledaños.
Por medio de estas entrevistas buscamos escanear la obra de este artista como un total, haciendo hincapié en lo gráfico y su pensamiento, eso que lo ha llevado a estar presentando justito en este momento una gran muestra retrospectiva en Van Abbemuseum, museo de arte moderno y contemporáneo en Eindhoven, Holanda.
Foto 2 – Brancusi de pob
Entrevista:
Dick Verdult: ¡Pero que buenas preguntas Cassetteblog, que buenas!
Cassette: ¿Cual es el verdadero motor y cual es su color?
Dick Verdult: Estos motores son una replica muy barata, populista, oportunista e imaginativa de algunas esculturas del purista Brancusi.
Existe un retrato que hizo de una dama, en bronce, en el cual la cabeza es medio huevo de avestruz y la nuca esta torcida, pero con elegancia. Con mucho esfuerzo, tiempo e imaginación, en esa escultura uno reconoce la misma forma que un motor fuera de borda: cabeza y nuca, elegancia funcional. Para los que no están familiarizados con el arte de Brancusi, es a esta escultura que me refiero (ver ilustración debajo del post). ¿Verdad que es medio motor fuera de borda? Pues entonces, es pequeño el paso. El motor fuera de borda es un Brancusi de los pobres (no me hinchen las pelotas diciendo “los pobres no tienen motor fuera de borda”). Obvio, para completar la comparación, uno tenia que ser de (color) bronce.
Cassette: ¿Hacia donde está orientada la aleta?
Dick Verdult: A menos que el timonero sea un imbécil, las aletas (vertical y horizontal), siempre apuntan en la dirección hacia donde quiere ir el barco. Mas preciso, el brazo del acelerador apunta al lado contrario, pero la cola del motor apunta a la dirección deseada. Así vemos que frente y cola funcionan cuando sugieren cosas contrarias.
Cassette: ¿Un motor sin agua es como la pizza sin queso?
Dick Verdult: Yo creo que mirar un motor fuera de borda colgado al seco puede avivar más sentido poético que una pizza sin queso. Promete ayudarte en las distancias, en la pesca y en las risas sobre un charco. Lo último, lo del queso, es mas para componer un blues de los bien malos:
Esto a la virgen se lo rezo
me dieron el ultimo, el que no tenia queso.
No, nunca pude estudiar
pero si, estuve preso…
Entrevista:
Dick Verdult: ¡Pero que buenas preguntas Cassetteblog, que buenas!
Cassette: ¿Cual es el verdadero motor y cual es su color?
Dick Verdult: Estos motores son una replica muy barata, populista, oportunista e imaginativa de algunas esculturas del purista Brancusi.
Existe un retrato que hizo de una dama, en bronce, en el cual la cabeza es medio huevo de avestruz y la nuca esta torcida, pero con elegancia. Con mucho esfuerzo, tiempo e imaginación, en esa escultura uno reconoce la misma forma que un motor fuera de borda: cabeza y nuca, elegancia funcional. Para los que no están familiarizados con el arte de Brancusi, es a esta escultura que me refiero (ver ilustración debajo del post). ¿Verdad que es medio motor fuera de borda? Pues entonces, es pequeño el paso. El motor fuera de borda es un Brancusi de los pobres (no me hinchen las pelotas diciendo “los pobres no tienen motor fuera de borda”). Obvio, para completar la comparación, uno tenia que ser de (color) bronce.
Cassette: ¿Hacia donde está orientada la aleta?
Dick Verdult: A menos que el timonero sea un imbécil, las aletas (vertical y horizontal), siempre apuntan en la dirección hacia donde quiere ir el barco. Mas preciso, el brazo del acelerador apunta al lado contrario, pero la cola del motor apunta a la dirección deseada. Así vemos que frente y cola funcionan cuando sugieren cosas contrarias.
Cassette: ¿Un motor sin agua es como la pizza sin queso?
Dick Verdult: Yo creo que mirar un motor fuera de borda colgado al seco puede avivar más sentido poético que una pizza sin queso. Promete ayudarte en las distancias, en la pesca y en las risas sobre un charco. Lo último, lo del queso, es mas para componer un blues de los bien malos:
Esto a la virgen se lo rezo
me dieron el ultimo, el que no tenia queso.
No, nunca pude estudiar
pero si, estuve preso…
