A muchas personas les impresiona grabarse algún motivo en la piel de manera permanente, ya sea por el dolor, la conmoción, las agujas, los prejuicios, etc. Hay varios que le dicen no al tatuaje.
También existe gente que siempre busca ir más allá con el nivel de la intervención, tanto en los tatuajes como en los piercings u otras aplicaciones que pueden hacerse en la piel. Hay lugares de nuestra anatomía en los que el dolor, o la impresión, es más notable. Por otro lado, así como en ciertos puntos del cuerpo duele más, en otros (o a veces en los mismos lugares) se estimulan terminaciones nerviosas provocando placer. Se dice (habría que probar) que un arete en el clítoris de una mujer provoca más placer que el que se logra al tener relaciones sexuales.
Sin irnos por las ramas, veamos esta nueva práctica en Estados Unidos: hacerse un tatuaje en el ano. Como en cualquier moda, no tenemos un para qué de la acción. O sea, ¿por qué una persona se tatuaría el ano? Se lo deberíamos preguntar a Jill Dahne, joven de 27 años de edad que además de ser una fanática de los tatuajes se ve que es bien valiente. En el Festival Anual del Tatuaje, celebrado en Coral Springs, Florida, donde fue presentado oficialmente el grabado de ano, Jill acudió, y allí frente al público presente se hizo intervenir el orificio.
Según cuentan, la señorita Dahne ya se había escrito el nombre de 2 ex-novios en el mismo lugar, ¿una marca de propiedad quizás?