Janet Echelman y sus esculturas psicodélicas colgando en el aire (por Iohanna Küppers)
La artista Janet Echelman es una especialista en crear esculturas suspendidas en el aire. Como si fueran medusas, sus obras flotan a metros del suelo dando a los espectadores un hermoso espectáculo de color y magia, el cual se transforma del día a la noche, dependiendo de las nubes, los colores del cielo y las luces del lugar donde éstas se encuentran.Su más reciente obra se encuentra en la ciudad de Vancouver, Canadá. Allí, en colaboración con Aarón Koblin, director creativo de Creative Lab de Google montaron una inmensa escultura interactiva a 745 metros del suelo, entre un edificio de 24 niveles y el Centro de Convenciones de Vancouver.
De día, esta gran “ameba” flota y se mueve al ritmo del viento. Y de noche, en ella se puede ver reflejada la iluminación programada y coreografiada en tiempo real por el público a través de sus teléfonos celulares.
De una manera muy sutil, esta gran red se suspende en el aire y se enmarca con las construcciones del entorno.
Es bellísimo el impacto visual que se genera con una pieza que a la vista parece tan simple, pero que seguramente implicó mucho trabajo de montaje y programación.
Una hermosa manera de combinar los recursos tecnológicos con el arte visual.