Tone Ranger-Tone Ranger EP (por Pablo Villierezz aka Panther Panther – Jumpsuit Records – name your price)

Música que hace que le mente se pierda en una imagen de arena, como en un traveling por el lejano oeste que ocurre en un loop eterno de anocheceres y amaneceres.

Tone Ranger es el artista detrás del último lanzamiento del sello Jumpsuit, de San Francisco, California. Alex Simon aka Tone Ranger, aunque originario de California, se mudó al desierto de Nuevo México para conocer mejor la cultura de los Navajos, mediante el trabajo agrario como voluntario.
A través de esta obra, compuesta por cuatro piezas, Alex expone la magia y el misterio inspirado en la vida en ese ambiente nativo, principalmente de lo que emana de la vida en el desierto. Sin embargo, es necesario que noten la influencia voluntaria o accidental que su música toma de lo realizado por compositores estrella de bandas sonoras de películas Western. Hablo de artista leyenda como Morricone, Tiomkin, Steiner, Morosse o Bernstein, cuyas obras han descrito los paisajes del Oeste vaquero tan contundentemente, que con o sin influencias nativas, llegan a invadir el trabajo de Tone Ranger. Este sabor a Western se mantiene en la cuatro composiciones, pero Simon consigue con su particular visión una evolución que lleva un tanto más allá a esos elementos.
A diferencia de estos compositores, Alex Simon colaboró en este proyecto con la célebre flautista Navajo Shelley Morningsong, ganadora del premio como mejor artista del Native American Music Award 2016. Además, la labor que Alex lleva con Sovereign Sounds, proyecto suyo dedicado a enseñar técnicas de grabación a las comunidades nativas de Santa Fe, otorga a su vez autenticidad a su proyecto. La interesante tensión entre la experiencia híper local de Alex, y el alcance global del Western, actúa como base para este bellísimo EP.
El primer track, “Cheyenne”, comienza como un despertar digital que recuerda al final de los 90s y la electrónica al estilo Royksopp, Aim, o incluso Him de Ninja Tunes, trayendo con sigo un ritmo claro y saltarín que resulta contagioso. El bajo y el ritmo principal son responsables de esto. La percusión evoluciona casi continuamente, pero con texturas de diminutas explosiones, triángulos y una vibra de house orgánico con atmósfera de artesanías hechas a mano. Las detalladas melodías brillan sobre un lecho de cuerdas y acordes sintéticos que resultan en un sonido cuasi oriental, pero que aluden al cine vaquero de Hollywood, como un amanecer rojo de desierto. El estilo juguetón de las melodías me recuerdan a “Emperor’s Main Course” de Kid Koala, pero aquí mantiene los pies en la tierra, llevando al oído a un punto más o menos familiar, que sin embargo resulta difícil de localizar.
La secuencia rítmica de “Saguaro”, el segundo track, impresiona por su riqueza textural, formada de aplausos, superficies rasposas y otros sonidos ambientales que abren suficiente espacio para que la línea de bajo explote alegremente hasta el horizonte. Aquí la instrumentación, acordes de guitarra eléctrica y acústica, los arpegios sintetizados, y los acentos ocasionales de teclado digital combinados con flautas nativas, transportan al oído a caballo, a través de llanos y cielos interminables.
“Gallop” demuestra con más claridad la influencia, y hasta cierto punto, clichés de los compositores del Western, pero en un contexto muy diferente. Este es un viaje a velocidad cruzando el desierto de Arizona, donde los sonidos y melodías flotantes pasan como nubes, mientras que el bombo y el bajo estilo órgano dibujan una línea de ferrocarril sobre el panorama. El paso de disminuye dramáticamente hacia el final de esta pieza, convirtiendo todo en un espacio ambiguo, de ensueño, donde lo nocturno y lo desconocido reside.
Finalmente “Flow” cierra esta colección, como una puesta de sol en los llanos. Sonidos ambientales del desierto ayudan a crear una atmósfera única, a través del canto de insectos crujiendo en la periferia, mientras que los suaves zumbidos son salpicados por gotas digitales caídas al azar, y líneas de guitarra “slide” a la Pink Floyd. Es una composición breve, pero que establece un estado de calma y tranquilidad que mantiene al oyente en territorios ancestrales.
Este EP de Tone Ranger es todo un viaje atmosférico que merece varias escuchadas. Está disponible ya en el Bandcamp de Jump Suit (por Pablo Villierezz aka Panther Panther)

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